La voz del docente sobrepasa la red

Foto: El País

Por: Lee Sandra López Castro

La voz puede convertirse en una fuente de difusión, de información, de aliento, de reflexión, de alegría o de enseñanza.

En estos entornos virtuales en los cuales los niños y adolescentes han dejado de contar con las miradas, los abrazos y los diversos tipos de aliento que se dan en una clase entre docente y estudiante. La voz asume un papel importante para poder mantener el vínculo afectivo que se necesita entre las personas, y en especial en el ámbito educativo. En palabras de Carlino, P. (2010) “Nadie aprende por imposición sino únicamente si se interesa en hacerlo y si confía en sí mismo para lograrlo. Dado que los intereses y la autoconfianza de un sujeto no son innatos y, en cambio, se generan en interacción con el mundo y con los otros”. Es fundamental afirmar que el papel del docente debe enfatizar el vínculo afectivo- emocional para lograr generar una motivación extrínseca. A partir de ella se fortalecerá un vínculo que permita iniciar un camino de construcción de aprendizajes que con el tiempo logren una motivación intrínseca. No olvidemos que una palabra cordial logra más que una expresión en un tono imperativo.

En relación con el aspecto emocional del estudiante Paymal, N. (2008) nos indica: “Debemos de atender la alta empatía que los niños y niñas de hoy tienen y su inmensa necesidad de afecto genuino. El desarrollo emocional refuerza y estabiliza su facultad de percibir de forma aguda y acertada: a ellos mismos, a los demás seres humanos y a la naturaleza en sus varios aspectos”. Entonces podemos emplear en este contexto nuestra voz para acercarnos y también como un medio para mostrarnos tal y como somos. Por ello, lo fundamental del uso adecuado de esta gran herramienta, genera un enlace afectivo, que si es encaminado de manera apropiada, puede lograr aprendizajes cognitivos, y principalmente afectivos.

En situaciones reales de nuestra coyuntura virtual nos podemos situar en una clase de zoom, meet, micrososft teams, videollamadas de facebook o whatsapp; sea cual sea la plataforma virtual que usemos, en muchos casos la imagen se puede perder, pero lo que prevalece es la voz del docente, que dialoga con una pantalla en negro, una imagen con las iniciales de sus estudiantes, o sus fotos, o la imagen de una diapositiva. Estas diversas situaciones provocan la imaginación del docente para construir un aula donde esa voz sea escuchada y él o ella sea observado por sus estudiantes desde sus carpetas.  Ahora solo su voz prevalece. Ahora el trato cordial, el respeto, la fraternidad se vuelven en palabras de confort para el estudiante y generan un clima de asertividad y fluidez dialógica.

En este contexto se tendrá un principal cuidado con el tono de voz empleado por el docente, las repeticiones de los enunciados que brinde, la fluidez que manifieste al dar las explicaciones teóricas, las exclamaciones que proporcione a las respuestas brindadas por los estudiantes, la emotividad que emplee al dar un “buenos días”, y por último, la forma en que se brinden de forma oral, las pautas de retroalimentación. Estas pautas a tener en cuenta, deben ser sostenidas durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje, aunque la distancia marque brechas, la voz nos une.

Desde el papel del receptor – estudiante, la forma en que decodifica los mensajes será no solo en su sentido denotativo, sino en el de interpretación y ese podría canalizarse en forma inadecuada, si no se tiene el cuidado y reconocimiento de la carga emotiva de nuestras palabras a través de la voz.

Recomendaciones a tener en cuenta:

  • Tener un glosario de palabras emotivas y positivas que puedan ser mencionadas en diferentes momentos de la clase.
  • Mantener la atención en los tonos y formas de responder de nuestros estudiantes cuando realizamos diálogos en clase.
  • Mantener la atención en los propósitos de aprendizaje, pero también es necesario cuidar las palabras para expresar la retroalimentación.
  • Expresar con naturalidad nuestros enunciados, que no se digan expresiones o frases de forma mecánica.
  • Evitar el tono de clase magistral durante la exposición de ideas durante la clase.
  • Emplear la voz como generador de empatía, no todo es teoría sobre el curso, no debemos de perder la comunicación del ámbito familiar o personal. Sin llegar a ser invasivos.
  • Preparar según los intereses de los estudiantes, lecturas cortas con su voz, estas pueden ser grabadas y escuchadas en algunos momentos de la clase.
  • Evitemos repetir constantemente una indicación para que no aturda a los estudiantes.

La voz del docente tiene en este contexto una función fundamental que debe sobrepasar la red. De esta manera podemos mantener el vínculo afectivo con nuestros estudiantes, no se puede dejar de lado en nuestro diario quehacer educativo. Abramos una puerta de dialogo afectivo a partir de situaciones cotidianas que nos permitan crear un clima de confianza, en la cual nuestra voz provoque de forma imaginaria miradas y abrazos entre docentes y estudiantes. De esta forma lograremos sobrepasar las redes.

 

Lee Sandra López Castro, es Licenciada en Educación, otorgada por el Instituto Pedagógico Nacional Monterrico en la especialidad de Lengua, Literatura y Comunicación. También es Bachiller en educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y Magister en Literatura Infantil y Juvenil por la Universidad Católica Sedes Sapientiae. En la actualidad imparte cursos y talleres sobre el área de Comunicación, evaluación por competencias, y mediación de lectura.

 

Referencias 

Carlino, Paula (2010). Escribir, leer y aprender en la universidad. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Paymal, N. (2008), Pedagogía 3000 Guía práctica para docentes, padres y uno mismo. Editorial Brujas.  Argentina

 

 

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