REDACCIÓN CAMPUCSS
Luego de un año trabajando desde casa, en este «segundo tiempo» de pandemia por la Covid-19, necesitamos conocer qué beneficios y desafíos ha representado esta experiencia para empleadores y trabajadores, así como las expectativas que se tienen para el futuro de las empresas en entornos digitales.
En tal sentido, el próximo Día del Trabajador, recordando la historia de cómo se gestó la jornada de 8 horas laborales, como la conocemos hoy, también se conmemorará el primer año en que, de la noche a la mañana, muchos tuvieron que convertir sus hogares en oficinas frente al confinamiento por la emergencia sanitaria en el mundo.
En un panorama sin precedentes, las reglas del juego tuvieron que adaptarse a las normas ya existentes, como a las realidades de las instituciones y empresas. Lo cual conlleva a una nueva manera de ver el trabajo y, además de beneficioso en términos de ahorro de tiempo, espacio y dinero, ha significado un esfuerzo para implementarlo en el hogar con las mejores condiciones posibles.
Cabe señalar que el trabajo remoto es otra modalidad, además del teletrabajo, que usa los entornos digitales que están a la mano y forman parte de los recursos del trabajador; modalidad a la que esta casa de estudios se ha adaptado. El ex ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Javier Palacios, indicaría, a su vez, que «más de 220,000 trabajadores formales en el país se encuentran realizando sus labores en la modalidad de trabajo remoto”. (Andina, 2020).
En tal sentido, Jorge Figueroa Anamaria, Director de Recursos Humanos de la UCSS, señala que la pandemia ha obligado al gobierno y a cada uno de nosotros a tomar medidas para evitar el contagio, como:
– El cuidado cotidiano para evitar el contagio: la desinfección de los productos que ingresan al hogar y la nuestra, además del uso de mascarilla y careta facial al salir.
– El distanciamiento social en general (con otras personas, amigos y vecinos) y al interior de nuestros hogares (al no permitir visitas de familiares o que estas se cumplan con restricciones).
– El desarrollo de clases de formación básica regular en casa, lo que genera el tener que apoyar a los hijos en sus clases virtuales.
– Tener un mayor cuidado con los miembros del hogar más vulnerables ante el virus.
– Restringir las actividades para recrearse fuera del hogar (jugar en el parque, comer en un restaurante, salir de shopping, visitar a amigos, familiares o practicar deportes en espacios cerrados y algunos en espacio abierto).
– No poder realizar celebraciones con los miembros que no viven en nuestro hogar (cumpleaños, bautizos, matrimonios, etc.).
– Finalmente, el escenario es sombrío por las constantes noticias tanto en los medios de comunicación, como de amigos o familiares sobre los casos de contagio y pérdidas, lo que nos expone a la sensación de estar más expuestos al contagio.
Todo ello plantea serias dificultades a nuestras vidas y obviamente a realizar el trabajo remoto.
Asimismo, otros docentes y profesionales de la UCSS abordan los ejes más conocidos del teletrabajo y del trabajo remoto, así como el desafío de una consolidación, como la modalidad laboral bajo la fórmula: tecnología, salud y trabajo.
Derecho laboral
En Perú existe una “Ley que regula el Teletrabajo”, pero no ha sido de uso común, explica Teobaldo del Campo, catedrático de Derecho Laboral de la UCSS. Con la pandemia, el Ejecutivo emitió un Decreto de Urgencia que implementó “el Trabajo Remoto”, pero esta se diferencia porque lo puede ordenar y aplicar unilateralmente el empleador, además de no estar obligado a asumir los gastos de implementación, como equipos o costos por uso de internet.
Asimismo, el Prof. Del Campo indica que sigue aplicándose la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo con quienes trabajan desde casa, aclara el especialista de la UCSS. Claro que, ahora para su correcta aplicación se requiere nuevas medidas y el uso de tecnología, además de capacitar a los trabajadores.
Condiciones desfavorables del trabajo remoto
La principal es tener que realizar el trabajo con presencia de niños (para los que son padres) o de personas mayores a que necesitan cuidados (padres, abuelos u otros familiares), porque pueden generar distracción e incluso retraso en el desarrollo de las labores por diversos temas, como: apoyarlos en desarrollo de clase o atenderlos (para el consumo de alimentos, toma de medicinas o alguna tarea en el hogar).
Lidiando con la monotonía y depresión
Wilfredo Marquina, psicólogo de la UCSS, cita al artículo de las reconocidas psicólogas María Alonso Fabregat y Eva Cifre Gallego, Teletrabajo y Salud: un nuevo reto para la psicología, donde señalan que existe el llamado «perfil del trabajador remoto y el teletrabajador”. “Es una persona disciplinada, con capacidad de adaptación, con aptitud para trabajar sin contacto ni feedback de compañeros, con alto autocontrol para organizarse sin apenas supervisión, con la formación y preparación adecuada para la actividad que va a desempeñar, que sepa automotivarse y con autonomía”.
También mencionan el “Tecnoestrés”, que se manifiesta con la tensión por no saber usar una computadora por sí solo o, todo lo contrario, cuando estás tan familiarizado que no puedes evitar revisar los mensajes y conectarte siempre. Lo mejor siempre será separar el espacio de trabajo y ocuparse con otras actividades en el tiempo libre.
Ergonomía del trabajo remoto y el teletrabajo
Ricardo Rodas, coordinador de la carrera de Tecnología Médica: Terapia Física y Rehabilitación de la UCSS, asegura que no basta únicamente una computadora con internet y una silla óptima, también influyen otros factores en tu desempeño. Por ejemplo, según la Norma Básica de Ergonomía del Ministerio de Trabajo, debe haber una iluminación de 300 lux como mínimo para desarrollar tareas en oficina. Asimismo, el nivel de ruido para trabajos de oficina debe ser de máximo 65 decibelios (como voces altas o una aspiradora), si no puede impedir una adecuada concentración y ser menos eficientes.
Por otro lado, hablando de confort, en el hogar tenemos mayores elementos para poder realizar las pausas activas (espacio y privacidad, además de los muebles del hogar, que pueden servir para estirarse y evitar las contracturas musculares), y la posibilidad de usar ropa más cómoda que nos permita sentirnos mejor.
Un cambio de juego para los empleadores
Algo positivo a destacar del trabajo remoto y el teletrabajo por la pandemia, comenta William Muñoz, Director del Departamento de investigación de la FCEC, es que permitió a las empresas ahorrar el 30% de costos en mantenimiento, energía, depreciaciones, etc. Igual con las plataformas gratuitas de teleconferencias como meet, zoom o skype, que generaron también un impacto positivo en los costos. Esta es una realidad que no es del todo cierta en nuestra institución, por las características del servicio (clases continuas de 2 horas pedagógicas), lo que implica la inversión en licencias de plataformas de teleconferencia, que compensan los ahorros que se puedan dar en otros servicios. Aunque es cierto que hay aspectos negativos, como la desvinculación emocional con la empresa, dificultad para el trabajo en equipo, baja productividad por las distracciones y preocupaciones de la familia, entre otras.
Finalmente, Jorge Figueroa, Director de Recursos Humanos, nos advierte que debemos tener presente que el trabajo remoto fue creado en el país con motivo de la pandemia y el inicio de la primera cuarentena, su marco legal y vigencia está vinculado a la emergencia sanitaria que tenemos en el país; al término de esta, las empresas tendrían que evaluar otras formas de trabajo.
Notas relacionadas:
[Mes del libro: Cinco claves para una lectura provechosa]