Medio ambiente e interculturalidad

Entre el desarrollo sostenible y la preservación de los saberes ancestrales.

Por: Héctor Daniel Quiñonez Oré.

La importancia en torno a la protección del ambiente y sus componentes ha cobrado relevancia en los últimos años. Las noticias sobre los impactos ambientales que viene sufriendo nuestro planeta como consecuencia del cambio climático, ha dado lugar a diversos cuestionamientos al modelo de desarrollo tradicional, en donde se privilegió la explotación indiscriminada de los recursos naturales, teniendo como único horizonte el crecimiento económico. Ello dio lugar a la adopción de nuevos enfoques, como el denominado “desarrollo sostenible” que, a partir del “informe Brundtland” (1987), consideró que el modelo de producción y desarrollo no debe olvidar los componentes de carácter “ambiental” y “social”, los cuales deben ser tomados en cuenta al momento de la ejecución de actividades económicas. 

El desarrollo sostenible ha sido adoptado por la institucionalidad ambiental nacional en diversos instrumentos normativos, como la Política Nacional del Ambiente (Decreto Supremo N° 012-2009-MINAM), así como las normas que regulan el Sistema Nacional de Evaluación e Impacto Ambiental (SEIA) y el Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental (SINEFA), entre otros. Inclusive, el desarrollo sostenible ha dado lugar a la adopción de la denominada “economía circular”, cuyo modelo de actuación busca hacer frente a la “economía lineal”, reemplazando el imaginario trazado por la extracción-fabricación-utilización-eliminación de recursos por el de extracción-fabricación-utilización-reutilización, enfocado en el uso de fuentes y energías renovables, así como la limitación en la generación de residuos. Este nuevo enfoque o paradigma adoptado por nuestro país, se sustenta también en el modelo de desarrollo promovido desde la ONU y los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, los cuales el Perú debe alcanzar hacia 2030. 

Si bien se han formulado diversas críticas al paradigma del desarrollo sostenible, entre las que se encuentran aquellas que lo consideran como un modelo de “capitalismo verde”, que solo formula propuestas que fungen de paliativos a los graves efectos producidos por la contaminación de las grandes industrias, es preciso reconocer su importancia y trascendencia a nivel global, dando lugar a la emisión de instrumentos normativos que advierten la necesidad de regular y fiscalizar las actividades económicas, así como fomentar nuevos hábitos de convivencia y consumo en la ciudadanía. 

Ante ello ¿De qué manera el aspecto intercultural puede contribuir al desarrollo sostenible y a la protección del ambiente? Teniendo en cuenta que el Perú es un país multicultural en donde tenemos la presencia de pueblos indígenas pertenecientes a diversas etnias y familias lingüísticas tanto en la sierra como en la selva ¿Cuál es la importancia de este enfoque para un adecuado desarrollo sostenible en el país? 

La interculturalidad debe ser entendida como el reconocimiento y aprendizaje del “otro”. La existencia de un nosotros diverso en nuestra sociedad que busca una convivencia pacífica y respetuosa. Este reconocimiento no solo debe ser estático, es decir, no solo debe limitarse en un respeto y tolerancia a su existencia, sino en un aprendizaje e intercambio de conocimientos y prácticas. Este enfoque intercultural busca fomentar e intercambiar aprendizajes, entre los cuales tenemos, por ejemplo, la importancia que se le brinda a la biodiversidad y a las áreas naturales desde el entendimiento y cosmovisión de los pueblos indígenas amazónicos. 

En efecto, si bien es cierto en nuestro país los procesos migratorios, así como la influencia de la educación y la constante relación entre los centros urbanos y el campo, ha motivado la existencia de procesos de mestizaje e hibridación, se debe tener en cuenta que estamos lejos de un escenario de homogeneización cultural, existiendo diferencias que deben ser respetadas y, sobre todo, entendidas. Así, resulta sumamente relevante entender y aprender de los pueblos indígenas, quienes no por nada han sido denominados como los guardianes de la biodiversidad. 

En ese sentido, resultan interesantes las concepciones ontológicas de los pueblos indígenas que se vienen construyendo a través de las teorías del buen vivir y del sumak kawsay, las cuales han motivado cambios constitucionales en Ecuador y Bolivia. El reconocimiento de la relación espiritual que los pueblos indígenas tienen con su territorio (La Pachamama), ha dado lugar a la revalorización de las prácticas derivadas de sus conocimientos ancestrales en relación con la medicina y tecnologías tradicionales, la seguridad alimentaria a través de la conservación de especies y cultivos nativos, así como su entendimiento y manejo del territorio, lo cual puede dar luces para el planteamiento de una adecuada política de ordenamiento territorial.

El enfoque intercultural, por ende, es un mecanismo que coayuda a la protección del ambiente a través del reconocimiento y revalorización de prácticas que entienden que el territorio no es solo una fuente de recursos sino y, ante todo, una fuente de vida.

 

 

 

Héctor Daniel Quiñonez Oré, es Titulado en Derecho y Magíster en Antropología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es Profesor de Derecho en la Universidad Tecnológica del Perú y en la Universidad César Vallejo, Director del Portal Web “Derecho Crítico” (www.derechocritico.com), y Especialista Legal de la Dirección General de Calidad Ambiental del Ministerio del Ambiente desde 2016 a la actualidad. 

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