Los incendios forestales en San Martín generan daños ecológicos severos, liberando grandes cantidades de carbono y acelerando el cambio climático.
Por Isaías Avellaneda, Emerson Burga, Britney Vera, Jhim Sánchez y Francisco Neyra
Un incendio forestal es la propagación de fuego no deseada y no controlada en áreas cubiertas de vegetación, ya sean bosques, pastizales, malezas, matorrales u otro tipo de plantas, que causan daños sociales, económicos y ecológicos. Este tipo de incendios puede ocurrir en cualquier momento, pero en Perú son más frecuentes durante los meses secos. En los Andes y la Amazonía, son comunes entre julio y diciembre, mientras que en la costa norte predominan de enero a marzo (Instituto Nacional de Defensa Civil [INDECI], 2024). Estos incendios no solo destruyen hábitats y biodiversidad, sino que también agravan el cambio climático al liberar grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, acelerando el calentamiento global.
San Martín, ubicada en el norte del Perú, es parte fundamental de la Amazonía peruana. Limita al norte con Loreto, al sur con Huánuco, al este con Ucayali y al oeste con las regiones de La Libertad, Cajamarca y Amazonas. La capital regional es Moyobamba, mientras que Tarapoto es el centro comercial más grande. La región destaca por su biodiversidad, con un ecosistema que abarca montañas, selvas y valles, y una economía basada principalmente en la producción agrícola, especialmente de café, cacao y frutas tropicales (Banco Central de Reserva del Perú [BCRP], 2023). Esta rica diversidad se ve gravemente afectada por los incendios forestales que, además de destruir la vegetación, limitan la capacidad de estos ecosistemas para absorber carbono.
San Martín presenta una fisiografía diversa, con la cordillera andina al oeste, caracterizada por montañas disecadas, y la llanura amazónica al este, con un relieve plano. La región incluye cuatro zonas climáticas principales: tierras frías y muy húmedas, tierras cálidas-templadas, cálidas-subhúmedas y cálidas-húmedas (BCRP, 2023). Esta variedad geográfica y climática la hace vulnerable a los incendios, especialmente durante las temporadas secas, donde la vegetación puede ser fácilmente combustible, aumentando el riesgo de propagación del fuego y las emisiones de carbono que afectan tanto al clima local como al global.
Los incendios descontrolados afectan gravemente a todos los biomas del planeta, incluyendo bosques, sabanas, praderas y tundras, alterando profundamente los ecosistemas. Este fenómeno se ha intensificado a nivel mundial debido al cambio climático, la deforestación y la actividad humana desmedida. Además de destruir hábitats vitales para innumerables especies, los incendios agravan la crisis ambiental al liberar grandes cantidades de carbono y otros gases de efecto invernadero, lo que acelera el calentamiento global. La recurrencia y magnitud de estos incendios están creando un ciclo destructivo que amenaza la biodiversidad, la estabilidad climática y la salud humana en todo el mundo. Anualmente, se queman 370 millones de hectáreas en el mundo, liberando 1.800 millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Aunque los incendios forestales representan solo el 5% de la superficie quemada, generan más del 80% de las emisiones de estos gases (Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2023).
La deforestación de la cobertura vegetal y el incremento de los incendios forestales disminuye la capacidad de los ecosistemas para absorber carbono, mientras que incrementa la absorción del calor por la superficie terrestre, exacerbando así la crisis climática. Uno de los desafíos más grandes que enfrenta el mundo es el cambio climático, causado por alteraciones globales en el clima debido al aumento de la temperatura oceánica, provocado por la creciente acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera. El incremento en la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor, junto con el aumento de incendios forestales que estas generan, deteriorará aún más la calidad del aire, afectando negativamente tanto la salud humana como la integridad de los ecosistemas (ONU, 2023).
De acuerdo con el último informe del INDECI, señala que en lo que va del año hasta la fecha se registraron 233 incendios, de los cuales en el departamento de San Martín se registraron 39 incendios, representando así el 16.7% del total de incendios sucedidos en todo el Perú. Las provincias más afectadas fueron Huallaga, Mariscal Cáceres, Moyobamba, San Martín y Rioja (Gonzales, 2024).
Para materia de estudio nos centraremos en la provincia de San Martín, donde los distritos más afectados fueron Cacatachi y Rumisapa en donde según el reporte de noticias Televisión Tarapoto, menciona que el incendio duró más de 40 horas y afectó a más de 40 hectáreas de vegetación, en donde el fuego arrasó con la vegetación, plantaciones cacaoteras y todo a su paso, aquí se encontró armadillos incinerados, osos perezosos algunos con vida que fueron trasladados por lo moradores de la zona para ser atendidos centros de refugio más cercanos (Tarapoto, 2024).
Para este estudio se utilizó la plataforma de “Copernicus” el cual es un programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus, busca aprovechar al máximo el planeta y su entorno para el bienestar de todos los ciudadanos europeos. Ofrece servicios de información basados en datos in situ y de observación de la Tierra por satélite.
El programa está dirigido y supervisado por la Comisión Europea y cuenta con la colaboración de los Estados miembros, la Agencia Espacial Europea (ESA), la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumetsat), el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo, las agencias de la UE y la empresa Mercator Ocean. En donde se obtienen enormes cantidades de datos globales se obtienen a través de sistemas de medición terrestres, aéreos y marítimos, así como de satélites. Esta información se utiliza para ayudar a los proveedores de servicios, las administraciones públicas y otras organizaciones internacionales a mejorar la calidad de vida de las personas en Europa. Los usuarios pueden acceder libremente a los servicios de información proporcionados (Copernicus, 2024).
En donde se procedió a analizar las tomas de este satélite y se compararon en diferentes fechas antes del incendio (15/08/2024) y después del incendio (24/09/2024) en donde se puede constatar de forma visual el gran cambio de la cobertura vegetal en la zona del incendio
Los incendios forestales tienen una relación directa con el cambio climático al contribuir de manera significativa a las emisiones de carbono en la atmósfera. Al quemarse los bosques y selvas, el carbono almacenado en la vegetación se libera como dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero (GEI). Esto agrava el calentamiento global, ya que aumenta la concentración de GEI, lo que a su vez incrementa la temperatura global. Además, la pérdida de estos ecosistemas reduce la capacidad de la Tierra para capturar y absorber carbono, lo que acelera aún más el ciclo del cambio climático (De Medio Ambiente y Recursos Naturales, 2018). De acuerdo con esto se puede llegar a la deducción de manera lógica que al incrementarse los incendios forestales estamos reduciendo la capacidad de la vegetación para capturar y absorber carbono, lo cual se queda en la atmósfera y trae en consecuencia el incremento de la temperatura y una serie de fenómenos ambientales que afectan la calidad de vida de las personas y todos los seres vivos.
Conclusiones
Los incendios forestales en la región de San Martín, y en particular en los distritos de Cacatachi y Rumisapa, han demostrado ser un factor determinante en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) como el dióxido de carbono (CO2). La pérdida de vegetación ocasionada por estos incendios no solo libera grandes cantidades de carbono almacenado, sino que también reduce la capacidad de los ecosistemas para absorber y fijar carbono, exacerbando la crisis climática. Los datos obtenidos a través de la plataforma Copernicus confirman un cambio radical en la cobertura vegetal tras estos incendios, subrayando el impacto devastador sobre el medio ambiente y la biodiversidad local.
En términos más amplios, los incendios forestales en San Martín representan una amenaza creciente debido a las condiciones climáticas extremas que se intensifican por el cambio climático. La recurrencia de estos incendios crea un ciclo destructivo: al aumentar las temperaturas, la vegetación se seca más fácilmente, haciendo que los ecosistemas sean más propensos a incendiarse, lo que a su vez incrementa la emisión de GEI y agrava el calentamiento global. Por lo tanto, es crucial tomar medidas urgentes para mejorar la gestión forestal y fortalecer las estrategias de prevención de incendios, ya que su impacto en la región afecta no solo al clima global, sino también a la calidad de vida y la seguridad de las comunidades locales.
Bibliografía
- Biao, J. (2023). El aumento de los incendios descontrolados hace que la adopción de estrategias integradas para los bosques, el clima y la sostenibilidad sea más urgente que nunca. ONU. Recuperado el 31 de julio de 2023.
- CARACTERIZACIÓN DEL DEPARTAMENTO DE SAN MARTÍN. (2022). En Banco Central de Reserva del Perú.
- Copernicus. (2024). Copernicus. Recuperado 25 de septiembre de 2024.
- Medio Ambiente y Recursos Naturales, S. (2018). Incendios forestales y cambio climático.
- Gonzales, M. A. (2024, 20 septiembre). Incendios forestales: estos son los 23 distritos de la Amazonía peruana declarados en emergencia. Infobae.
- Instituto Nacional de Defensa Civil. (2024, 19 agosto). Incendios Forestales.
- Naciones Unidas (2022). Los incendios forestales empeoran la calidad del aire y dañan la salud de las personas y los ecosistemas. ONU. Consultado el 7 de septiembre de 2022.
- Tarapoto, T. (2024, 17 septiembre). Cacatachi: Incendio forestal acabó con animales silvestres, redujo a cenizas cacaotales y chacras con árboles maderables – Televisión Tarapoto. Televisión Tarapoto.
Sobre los autores:
Britney Vera Díaz es estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales (FCAA) de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS)
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Francisco Neyra es estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales (FCAA) de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS)
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Isaías Avellaneda es estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales (FCAA) de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS)
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Jhin Sánchez Sánchez es estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales (FCAA) de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS)
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Emerson Burga Cieza es estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales (FCAA) de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS)