Por: Verónica Inés Fernández.
“La lectura hace al hombre completo, la conversación lo hace ágil, la escritura lo hace exacto”, Plutarco.
Actualmente, como sociedad estamos atravesando un momento particular, en donde los estudiantes se encuentran en el hogar y es reducido el acceso a libros físicos. Algunas editoriales se han visto obligadas a adaptarse a las nuevas circunstancias y formas de mediación respecto de la lectura y escritura debido al contexto de crisis sanitaria.
Indudablemente el uso de la tecnología, las redes sociales han ayudado y siguen ayudando mucho para poder tener acceso a cuentacuentos y libros en distintos formatos que son súper atractivos y divertidos, permitiendo así llevar la lectura en nuevos formatos donde la experiencia es única y transformadora.
Ahora bien, los libros se pueden crear con lo que tengamos a nuestro alcance en el hogar. Tomando como referencias a docentes que se desempeñan en el contexto rural, como por ejemplo doblar un papel, cortar revistas, periódicos, coger hojas de los árboles y crear un hermoso collage. Ya que, como mediadores de lectura y escritura debemos motivar e incentivar a la creatividad.
Para Soledad Camponovo (2020), el rescate de la oralidad es importante, ya que “todos tenemos historias y cuentos. En la lectura y la escritura no podemos dejar fuera a nadie, los cuentos son patrimonio de todos, son transversales, y están vinculados a nuestra humanidad. Somos seres humanos porque contamos historias”.
También se debe de mencionar que el docente actual debe reconocer que existen otras formas de acercarse a la lectura, como son la metodología e-learning o las plataformas webquest.
La realización de la lectura digital ha incrementado durante el confinamiento, considerándose que es una de las actividades que más ayuda a los ciudadanos a sobrellevar la cuarentena, apoyados en teléfonos inteligentes, tabletas u ordenadores.
Al respecto, García, J. (2005:42) dice «Y con ella –la metodología virtual- creo que podemos potenciar y enriquecer, nunca sustituir, reemplazar o mermar, las posibilidades básicas del libro como soporte físico para las principales modalidades que debemos contemplar en las aulas para esa permanente promoción lectora».
Resaltando lo planteado por García, J y Gonzales, S (2008), queda claro que el libro impreso no perderá el grado de intimidad y afectividad que brinda, puesto que el lector siente que la lectura lo puede acompañar a cualquier lugar a donde vaya, teniendo la posibilidad de leer y releer en forma placentera las veces que desee.
VERÓNICA INÉS FERNÁNDEZ MONTEMAYOR, es Magíster en Literatura Infantil – Juvenil y Animación a la Lectura de la Universidad Católica Sedes Sapientiae y Licenciada en Educación Primaria. Cuenta con un Diplomado en Psicopedagogía de la Lectoescritura y ha participado en proyectos educativos de organización y ejecución de planes de trabajo, como asesoramiento a docentes de especialidad. Tiene más de 14 años de experiencia en la Formación y Desarrollo Académico. Actualmente, gestora académica del CESED.
BIBLIOGRAFÍA
. CAMPONOVO, S (2020). Conversatorio Virtual: Seminario lectura y escritura en tiempos de pandemia. Educarchile
. COLOMER, T. (1998). La formación del lector literario. Narrativa infantil y juvenil actual. Editorial El árbol de la memoria. Madrid.
. GARCÍA, J. Y GONZÁLES, S. (2008). El aula transparente como una propuesta pedagógica en FLE. El e-manual. Cédille. Revista de Estudios Franceses.
. GAVINOSER, K. (1993) Un espacio para el tiempo del cuento en el aula-taller. Editorial Club de Estudio. Buenos Aires.
. JARA JIMÉNEZ, C. (2003). El arte de cazas dragones. Manual y métodos para escribir cuentos para niños. Editorial San Marcos. Lima.
. SARTO, M. (1998). Animación a la lectura con nuevas estrategias. Editorial SM. Madrid.
Notas relacionadas:
[Leer o narrar cuentos, que prefiere el alumno]