Es el arte japonés de hacer crecer una planta sobre una bola de musgo.
La profesora Stephanie Delgado, responsable de los talleres del Programa de Formación Ecológica y Cuidado del Medio Ambiente, explica que la kokedama se puede hacer con cualquier planta pero si se busca que estas duren más tiempo, recomienda el uso de una planta interior que no necesite luz directa del sol y que esta sea compatible con el musgo para que no muera.
Su proceso es sencillo pero debe ser elaborado con mucho cuidado, humedeciendo la mezcla con agua, sustratos y formando una bola de un tamaño apropiado al tamaño de la planta que se quiere colocar; luego se finaliza sujetando el musgo con un hilo y haciendo pequeños nudos de vez en cuando.
Las kokedamas tienen muchos beneficios como: purifican el aire, hidratan la piel, amilanan el ruido y evitan el estrés.
En el Centro de Investigación Biológica – CIB, los alumnos desarrollan durante todo el año escolar, los talleres de kokedamas, aprenden a clasificar las plantas de sol y sombra, realizan el preparado de sustrato, conocen los tipos y variedades de musgo y se les orienta en su mantenimiento y riego.
En el CIB tratamos de enseñar a hacer, haciendo; de enseñar a producir, produciendo.