¿Qué hacer ante el incremento del cierre de entidades microfinancieras y su impacto en el aumento de la informalidad?
Por José Enrique Guadalupe Aguilar Muñoz
En las últimas semanas hemos sido testigos de la intervención de Financiera Credinka y hace pocos meses de Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Sullana, sin que ello haya generado un impacto significativo a sus clientes al no haberse registrado, hasta el momento, pérdidas a sus ahorristas. Esto fortalece la buena gestión y percepción por parte de la Superintendencia de Banca y Seguros y AFP’s (SBS). Si bien el sistema bancario del Perú demuestra robustez económica, oculta una cara que debería preocuparnos sobremanera, especialmente a aquellos (como el que escribe este pequeño artículo) que conocemos el sector microfinanciero y que trabajamos y apreciamos a los micro y pequeños empresarios.
Si analizamos los últimos dos años, la SBS ha intervenido una cantidad significativa de cooperativas de ahorro y crédito (muchas con razón, al demostrar una clara debilidad patrimonial y pérdidas acumuladas por haber apostado por créditos de alto riesgo). No hay mes en que no se cierre una entidad financiera relacionada a la micro y pequeña empresa y eso es preocupante. Si a ello le sumamos que en el año 2023, y en lo que va del año 2024, una de las carteras con mayor morosidad es la Micro y Pequeña Empresa, con un incremento en la mora de hasta el 7.4% según el reporte trimestral del Observatorio Económico, Financiera y Social de la Universidad de Lima, podremos observar el porqué de dicha preocupación.
A todo esto, debemos sumar que las micro y pequeñas empresas son las más expuestas al debilitamiento del poder adquisitivo de la clase baja y media de nuestro país (situación que se mantiene hasta este momento); por lo que no es de extrañar que dicho sector no logre recuperar los niveles de ventas anteriores a la recesión registrada el año pasado, pero que ya se venía incubando desde finales de 2022.
¿Por qué debemos preocuparnos por esta situación que afecta a la microfinanza? Porque son las microfinancieras, las cooperativas y la cajas quienes financian a las micro y pequeñas empresas, y si ya tenemos Mypes afectadas por la actual situación económica que golpea a sus clientes (la amplia mayoría de nuestro país), ahora ellas vienen observando cómo sus opciones de financiamiento se van reduciendo y encareciendo, ya que las entidades que les dotaban de capital de trabajo van desapareciendo y las que quedan van subiendo su tasa de interés. Esta situación implica un acorralamiento financiero para las Mypes (por ello, no es de extrañar la decisión reciente del BCRP de subir la tasa máxima de financiamiento), por lo que el camino que les quedará será incrementar su nivel de informalidad y acudir a fuentes de financiamiento informal, más caras y de dudosa procedencia que lindan con actos delictivos.
De esta manera, no solo debilitamos el proceso de bancarización (motor que impulsa a la formalización en el Perú) sino que corremos el riesgo de seguir alimentando al monstruo de la extorsión y de la corrupción. El camino no es seguir cerrando cooperativas ni financieras, sino que la SBS implemente un camino alternativo que permita un seguimiento y supervisión adecuado a estas entidades y que el Gobierno genere mecanismos de fortalecimiento patrimonial a las instituciones financieras que trabajan con los sectores de la micro y pequeña empresa.
Las microfinancieras, las cooperativas y las cajas no son como los principales bancos (cuya diversificación de cartera, capacidad de acceder a costos de fondeo más baratos, mejor respaldo patrimonial y el respaldo que les proporciona la concentración del sistema bancario) que han podido contener la crisis económica de 2023 y 2024, generando miles de millones de soles en provisiones, pero sin dejar de registrar utilidades. Ellas son entidades dedicadas a financiar la microfinanza, el segmento de la economía nacional más riesgoso, pero que sostiene el empleo y a la economía del propio país y que muchas veces no cumplen con el perfil patrimonial que se les pide a los bancos. Son ellas las que construyen un Perú más inclusivo (siendo los principales agentes de la bancarización y la formalización) y apuestan por aquellos en los que descansa el verdadero motor de nuestro país: las Mypes. Por lo que fortalecerlas e impulsarlas es vital para nuestro crecimiento.
Sobre el autor:
Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales de la UCSS. Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Magister en Finanzas y Derecho Corporativo por ESAN, con 25 años de experiencia en el Sector Bancario y Financiero, de los cuales 14 años trabajando con las Pequeñas Empresas. Docente de la UCSS en Derecho Empresarial y Derecho Bancario.