Por Mtro. PEDRO P. SOTO CANALES
Coordinador del programa de Estudios de Turismo y Patrimonio Cultural
Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades – UCSS.
La institucionalización del 27 de septiembre de cada año, como el Día Mundial del Turismo, tiene sus orígenes hace unos treinta y nueve años atrás (1979), cuando la Organización Mundial para el Turismo (OMT), fijó dicha fecha en conmemoración a la aprobación de sus estatutos, ocurrido diez años atrás (27 de septiembre de 1970), siendo el primer año de celebración en 1980.
De esta manera, se iniciaba una nueva etapa en la historia del Turismo a nivel mundial, aquella etapa que nos toca también a nosotros vivir, en donde el Turismo no es solamente un interés privado y lucrativo, sino, una proyección de desarrollo a nivel local, regional y nacional, proyección que forma parte -directa o indirectamente- del plan de gobierno de los países, que como en el caso de nuestro país, ha visto la necesidad de fortalecer, una institución gubernamental como es el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR).
Y es que el Turismo, no es una actividad humana ajena al desarrollo de los pueblos, sino que marca el contacto armonioso entre sociedades, culturas, tradiciones etc.
Centrémonos en el significado de la palabra Turismo, Norma Fuller (PUCP) tomando como referencia a Torre Padilla (1994) resalta las palabras tourism y tourist, que desde inicios del siglo XX, han sido propagándose desde el mundo anglo-sajón, la primera como el acto de viajar por placer, y la segunda, como la persona que hace excursiones por diversos motivos.
Más significativo, es el aporte del mexicano Manuel Gurria (UDLA), quien considera que la palabra Turismo, proviene de la raíz tour, que a su vez deriva del verbo latino tornare y éste del sustantivo tornus, que finalmente significa: “volver, girar, retornar”, “ir y volver”. Teniendo en cuenta que existen más de un centenar de definiciones de la palabra Turismo, nos parece acertado los tres elementos que ha identificado Norma Fuller en todas ellas: es un desplazamiento temporal y voluntario, tiempo de consumo y de experiencias agradables.
Si tenemos en cuenta estas breves referencias de lo que se considera Turismo, podremos comprender la importancia de nuestro país, el Perú, como punto de referencia para el desarrollo del mismo, tanto nacional como internacional.
En los últimos veinte años, el Perú ha sido uno de los países de la región, que ha estado en los ojos del mundo, citemos algunos ejemplos: en el año 2008, la OMT desinó al Perú como país anfitrión de la celebración del Día Mundial del Turismo, siendo el tema central de dicho año, la relación existente entre el Turismo y Cambio Climático, cabe mencionar que unos meses antes (marzo) ya nuestro país había celebrado la III conferencia Internacional de Turismo y Artesanía; no cabe duda que un factor decisivo para dichas elecciones, fue el reconocimiento –un año antes, (2007)- de Macchu Picchu como una de las siete maravillas del mundo moderno.
Otra razón para el “desplazamiento temporal” al Perú fue la premiación por tres años consecutivos (2012, 2013 y 2014) de ser el mejor destino gastronómico del mundo, según el World Travel Awards. Inclusive, el año pasado (2017), nuevamente el Perú fue premiado por la Shanghai World Travel Fair (SWTF) como el mejor destino turístico de América y, finalmente TripAdvisor Traveler’s Choice, la reconoció entre los 25 mejores destinos del mundo, enfatizando el servicio hotelero y de restaurantes, como lo refiere Rocío Lombardi (UARM).
Estas y otras razones –que por espacio omitimos- han hecho tener en cuenta el gran flujo de turistas internacionales y nacionales. Teniendo como referencia el año 2017, MINCETUR señaló que ingresaron a nuestro país unos 4,32 millones de extranjeros, asimismo, el turismo interno se ha ido desarrollando también paulatinamente, a propósito citemos por ejemplo la celebración de la Semana Santa en el presente año (2018) la movilización de 1,4 millones de turistas nacionales ha sido determinante para el desarrollo económico de diversos sectores locales y regionales.
No podemos dejar de señalar que el tipo de turismo que se desarrolla especialmente en el Perú es el cultural. Si tenemos en cuenta que cultura es todo aquello que el hombre crea –en sociedad- para satisfacer sus necesidades, sean estas materiales o inmateriales, podremos entonces comprender que el turismo cultural corresponde al deseo de conocer, la historia, los restos, la comida, las costumbres, las tradiciones, etc., del Perú, el mismo que unido a México llegaron a ser centros y cunas civilizadoras.
Finalmente, la Universidad Católica Sedes Sapientiae, ha tomado en cuenta la importancia del Turismo y su relación con el Patrimonio Cultural, como medio de desarrollo de nuestros pueblos, es por ello que en el año 2014 se crea el programa de estudios de Turismo y Patrimonio Cultural (TPC), bajo la administración de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades, y aunque somos un programa muy joven en relación con otras casas de estudios, consideramos oportuno desarrollar, valorar y trasmitir nuestras culturas locales y regionales, especialmente en Lima Norte, espacio geográfico que alberga un abanico de patrones culturales, los mismos que registran los momentos de nuestra historia ( El Paraíso, Garagay, Collique, Aznapuquio, Punchauca, Ancón, etc.).
A puertas de celebrar el Día Mundial del Turismo, queremos hacer llegar nuestros saludos a los 52 alumnos y a la plana docente que conforman el programa de Estudios de TPC., asimismo, invitar a toda nuestra comunidad universitaria a poner en práctica el “desplazamiento temporal”, buscando conocer más nuestro país, ser en el momento indicado “Homo Viator”, hombres caminantes y conocedores de cultura.