REDACCIÓN CAMPUCSS
El C.A.I. ALECRIM es un centro de responsabilidad social de la UCSS, nació hace 21 años en la zona de Nievería como una guardería, con la intención de ayudar a las familias de escasos recursos de dicha comunidad. Brindaba un servicio educativo, pero también apoyaban a las madres para que pudieran trabajar, mientras sus niños acudían al Centro hasta las 4 de la tarde.
Sin embargo, ALECRIM ha ido cambiando con el transcurso de los años, desde el 2019 brinda servicio educativo sólo al segundo ciclo del nivel inicial, alumnos de 3, 4 y 5 años. Actualmente cuenta con 76 niños que reciben educación, de la mano y asesoría de la ONG Transforma, la cual capacita a los docentes para brindar el servicio a todos los niños de la comunidad.
Tras la pandemia y el aislamiento, el Centro de Atención Infantil ALECRIM regresó a sus labores el 21 de marzo de 2022. Diez meses después de su retorno, ya en el mes navideño, las matrículas están abiertas nuevamente, listas para recibir a niños y niñas de dichas edades, con la esperanza intacta de un futuro mejor para ellos y las familias de Nievería, en Huachipa.
La Lic. Maya Mayta Villar, es la actual directora del Centro de Atención Infantil ALECRIM. Ella es egresada de la UCSS, estudió la carrera de Educación Inicial, en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades. Aproximadamente, en el año 2006 tuvo su primer encuentro con ALECRIM, el motivo fue por un voluntariado. Luego realizó sus prácticas pre profesionales en las distintas aulas. Terminó su carrera en el 2010, y en el 2016 le otorgaron la oportunidad de ser profesora contratada por el estado en ALECRIM. Finalmente, en el 2020 le ofrecieron liderar el Centro, ella aceptó y nos cuenta la razón aquí.
“Decidí regresar a ALECRIM porque me impactó la comunidad, el cariño de los padres y sus hijos, la necesidad que ellos tenían, y el hecho que nosotros fuéramos el medio para ayudarlos. No solo era una labor educativa, sino también más humana”, rememoró la Licenciada y directora del Centro de Atención Infantil.
Nos contó, además de sus objetivos, lo que siente respecto a esta comunidad y su anhelo para los niños y niñas. “Siento que los niños de esta comunidad tienen la misma oportunidad que yo, de seguir transformándose. Creo que ellos no pueden ser menos que niños de otros distritos, que pueden recibir una educación diferente. Nos esforzamos en implementar diversas metodologías con la finalidad de que ellos sigan creciendo, trasciendan y sean mejores”.
Asimismo, nos explicó el origen del nombre ALECRIM, ya que no es una sigla, pues el nombre se atribuye a una planta (Romero) que crece en el desierto (zonas mediterráneas). “Creo que optaron por este nombre, porqué se relaciona a esta planta hermosa que crece en un lugar donde no había nada. ALECRIM nació como un lugar bonito, para dar frutos, cálido y armonioso, fuera de los alrededores de Nievería. ALECRIM es un lugar que brinda mucha empatía y calor a los padres, para ayudarlos en la crianza de sus hijos”, afirmó la Lic. Maya Mayta.
¿CÓMO ES UN DÍA EN ALECRIM?
Desde el ingreso, se busca que los niños y niñas creen hábitos junto a sus padres, como lavarse las manos, entre otras cosas. Dentro del aula, se les asignamos un proyecto de investigación, así como la exploración de los talleres. Durante los proyectos, se toma en cuenta el interés del niño o niña por el tema de su proyecto. Por ejemplo, cuando se encontraban en el biohuerto, se interesaron por la fresa, por lo que su proyecto gira entorno a esta fruta, y la maestra orienta al niño o niña con la mirada pedagógica, para que desarrolle las capacidades de acuerdo a su edad.
Acto seguido, se encuentran los talleres, como: el de arte; manualidades; de ciencias, con experimentos; el taller del biohuerto; talleres en el arenero; y el área de psicomotricidad, como una actividad diaria.
Para profundizar en dichos talleres y proyectos de investigación, conversamos con las docentes de las distintas aulas y edades. Todas son egresadas de la UCSS, de la carrera de Educación Infantil, al igual que su directora. Ellas nos cuentan sobre su experiencia, las actividades que realizan, el amor por la vocación, los niños y la realidad que les rodea.
Pequeños Investigadores
La docente, Claudia Lorena Flores Baldocera, se encarga del aula de 5 años. Conoció a ALECRIM a través de una proyección social al realizar su primera práctica, desde aquella vez quedó enamorada del centro. Más tarde, cuando realizó sus prácticas pre profesionales se terminó de convencer. Claudia, lleva cerca de 2 años en ALECRIM, y algunas veces se cruza con sus antiguos alumnos en la comunidad de Nievería, quienes la recuerdan como su profesora.
“Parte de mis funciones es acompañar a los niños a un desarrollo integral. Pero, también es importante seguir desarrollando las competencias, y esto lo hacemos a través de los proyectos diariamente”, explicó.
Además, nos contó que en ALECRIM uno aprende mucho. La carrera de educación infantil no culmina cuando termina la Universidad, uno sigue aprendiendo, el uno del otro. “Algo que nos enseñó la UCSS es a brindar no solo nuestros conocimientos, sino dar una carga emocional, personal más humana en nuestra carrera. Cuando ingresé a ALECRIM, me enamoré del lugar y de los niños que conocí en ese tiempo”.
Creativos
La docente Ana Laime Pampa, se encarga del aula de los niños y niñas de 4 años. Ella eligió la carrera cuando se encontraba trabajando con diferentes niños y niñas, fue la interacción con ellos lo que la llevó a elegir Educación Inicial en la UCSS. Quería vivir una experiencia de aprendizaje y de enseñanza distinta. ALECRIM, ha sido una de las mejores oportunidades de su vida, nos comentó, sigue aprendiendo y anhela ir por más en este ámbito de la educación.
“El tiempo de la Universidad ha sido una experiencia gratificante, conocí a grandes maestros y diferentes actividades que me han permitido como estudiante establecer prácticas profesionales, que ayudan a esta etapa de Educación Inicial. Por otro lado, están las proyecciones sociales que nos ayudaron a conocer diferentes colegios, y a cada uno de los niños y niñas de este CENTRO”, expresó.
La docente del aula Creativos, nos habló sobre el trabajo con los niños y niñas del Centro, y la importancia del acompañamiento de los padres:“Realizamos diferentes actividades, algunas tratan sobre el desplazamiento, nociones espaciales, actividades en las que puedan tener relación con las letras, los números, y construir su trabajo autónomo e independiente en las diferentes actividades que se realizan en el aula. Junto con el apoyo de la familia, donde puedan conocerse e integrarse como un equipo”.
Grandes Exploradores
La docente Sheila Ramírez Venturo, se encarga del salón de 3 años. Este caso es particular, debido a que esta docente vive en la comunidad de Nievería, llegó hace 14 años y conoce cómo ha crecido la comunidad. Además, conoce a ALECRIM desde que es una guardería y a muchas generaciones, desde alumnos que se convirtieron en padres.
La docente estudiaba otra carrera, gracias a la invitación de una maestra ingresé a la UCSS a la carrera de Educación Inicial, nos contó que se demoró en terminar por motivos familiares. Sin embargo, dentro encontró una pasión, una vocación de servicio, para lograr el cambio de los niños y niñas. Al igual que las docentes anteriores, fue a través de sus prácticas que ingresó a ALECRIM.
“Las actividades que desarrollamos dentro del aula son variadas, realizamos actividades donde ellos fomenten su autonomía, donde puedan desarrollar su pensamiento creativo, el diálogo, la escucha activa, donde se exprese como se siente y su punto de vista, ¿qué es lo que opinan?. De esta forma están más seguros que lo que puedan pensar o sentir”, reveló Sheila Ramírez Venturo.
Existen también algunos problemas que pueden afectar el desarrollo y estilo de vida de los niños, la contaminación y los problemas en casa. No obstante, ellas luchan a diario para cumplir el objetivo, el desarrollo de los niños y niñas en ALECRIM:
“El confinamiento ha traído un poco de frustración y falta de autonomía en los niños al retorno de las aulas. Para los padres ha sido chocante, tenían miedo de cómo sería este retorno. Sin embargo, poco a poco hemos ido trabajando con las familias, brindando seguridad, y apertura para que podamos juntos desarrollar la unión y este vínculo afectivo para sentirse seguros, y que puedan seguir desarrollándose”
Finalmente, la docente del aula Grandes Exploradores, afirmó que el trabajo conjunto ayuda a las familias a superarse, contagiando a la comunidad de estos comportamientos.
“Estoy agradecida y busco retribuir con mi trabajo la oportunidad que me dieron. Este aprendizaje no es común, abre más al niño, brindándole esa fortaleza, seguridad, el pensamiento divergente y crítico que necesita la sociedad”, expresó.
Mira lo que fue la visita aquí: