por JUAN ALVAREZ QUIIPER
El Solista (The Soloist) es una película de la que se puede extraer dos premisas principales. La primera es la amistad, empatía que se genera en ambos personajes, en donde la ayuda va a ser mutua para poder salir de sus problemas personales. La segunda, acerca de una enfermedad mental (esquizofrenia), ya que es ignorada por la sociedad y es sobrellevada por el personaje, únicamente con su violín, que es como su ‘cura’.
Otro aspecto del filme es la toma panorámica que nos ofrece, en la que se ve una ciudad en auge, como también un suburbio, puesto que se entrelazan las historias para dar como consecuencia a personajes que dependen de esta para sobrevivir. Para quienes les gusta la música, se ofrecen pequeños guiños de Beethoven, sin llegar al máximo en donde nos dejemos llevar plenamente por su gran repertorio. En definitiva, es un drama ligero, sin alcanzar grandes logros (esto no lo hace distinto de otros filmes de igual corte). Para disfrutarlo y reflexionar.