por KATHERINE VARGAS TORRES
No es la primera vez que una película argentina es nominada a los Óscar en la categoría de mejor película extranjera, ni tampoco que el talentoso actor Ricardo Darín forme parte de ellas. Desde El hijo de la novia, El secreto de sus ojos y ahora con Relatos Salvajes (e incluso antes), Darín se ha convertido en un rostro reconocido e indispensable del cine latinoamericano. Pero hablar de Darín merece un texto más amplio, por lo que ahora solo nos centraremos en su última actuación. Relatos salvajes narra de manera ágil y audaz cinco historias diferentes, pero que poseen algo en común: sus personajes, llevados por las circunstancias, se encuentran en un determinado momento límite, en el abismo de la desesperación y el descontrol que los obliga a cometer actos reprobables e inimaginables. Así, nos presentan a una joven que tiene en sus manos vengarse del hombre que destruyó a su familia; luego, dos conductores de autopista se enfrascan en un lucha feroz; asimismo, un hombre harto de los abusos (Ricardo Darín), que cree ser sometido por parte del servicio de tránsito, planea para ello una explosiva venganza; por otro lado, un padre, con tal de evitar que su hijo vaya preso luego de matar con su auto a una mujer embarazada, recurre a un sucio ardid; finalizando, vemos a una novia que, en la fiesta de su matrimonio, se entera de que su “hombre ideal” la engaña con otra. Por todo esto, decididamente, esta película argentina, dirigida por Damián Szifron, no decepciona.