Poderosa LUCY

(Francia, 2014)
por KRISTHIAN AYALA

Luc Besson se hizo la pretenciosa pregunta por el ser humano, el conocimiento y el mítico 90% de la capacidad cerebral que no usamos, para crear (escribir, dirigir y editar) su última película, Lucy. Una visión que nos remite a la cuestión del hombre, su evolución y su transformación en un ser superior e invencible.

Pero, a diferencia del “superhombre” de Nietzsche, este no es un poder individualista que niega per se la existencia de un dios. El planteamiento de Besson está (con) centrado en la figura de una antiheroína, una N. N. que surge de la casualidad (como cualquier héroe del universo Marvel), pero que no combate el crimen eternamente, sino que busca en la inmolación un fin supremo, un bien común y la trascendencia de la raza humana.

Lucy surge de la nada, asume un destino impuesto y, sin más ni más, se ve envuelta en una tragedia tras otra que desencadena su asombrosa transformación de burrier ocasional a empoderada del conocimiento absoluto. Vemos, entonces, un papel impecable en la interpretación de Scarlett Johansson para una cinta que nos remite por ratos a Kill Bill, 2001: Odisea del espacio, Matrix y, cómo no, a la encantadora Her.

Una poderosa droga se desperdiga en el organismo de Lucy y la convierte en el rabioso reclamo de una materia con un apetito voraz de conocimiento y poderes sobrenaturales, una suerte de big bang in corpus que acelera su uso de la capacidad cerebral al 100%. Una inteligencia orgánica espeluznante que deja atrás su propia venganza para hallar una utilidad al poder adquirido.

De igual forma, los ejes de la historia de Besson están bien constituidos en cuatro pilares sociales: el de la mafia como absoluto transgresor, autoritario y amenaza latente del orden; el de la ciencia, en la figura del hombre apasionado por la humanidad y el conocimiento (Morgan Freeman); el del orden, encarnado en el agente policial que se siente comprometido con la causa que sobrepasa los límites de cualquier cotidianeidad, y el de Lucy, la perfecta desconocida —ni comprometida con la humanidad, ni orden alguno— que de súbito asume el gran reto de la vida y la existencia, más allá de lo conocido hasta entonces.

Grandes preguntas y reflexiones nos trae Lucy sobre la humanidad y el destino de nuestra evolución, impresas de una frenética propuesta que viaja, entre persecuciones, a la historia y los orígenes de la vida y la materia para explicar una de las aspiraciones humanas más ambiciosas: el conocimiento absoluto. Este supone la perfección en el uso del 100% de la capacidad del cerebro humano que, utopía o realidad, nos conmueve frente a la miseria que atraviesa nuestra propia existencia.

Un comentario

  1. Felicitaciones por los comentarios de las películas que realizan en “Linterna Mágica”.
    Aprovecho para sugerir que realicen una campaña de sensibilización, crítica y rechazo a algunos programas de la TV nacional de señal abierta; de manera especial “Combate”, “Esto es Guerra”, programas de chismes de farándula en los canales 2, 4, 5. Hasta la fecha he enviado cartas a diferentes organismos que dicen defender al ciudadano pero no encuentro eco. Las autoridades gubernamentales dicen que existe la auto regulación de los medios pero como se ve esto no funciona.
    Gracias por la atención.

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