por RAÚL GONZALES
El Erizo es una película basada en un best seller llamado La Elegancia del Erizo, escrito por Muriel Barbery. Esta historia fue llevada al cine por la directora francesa Mona Achache y se desarrolla en París, en un inmueble de la calle Eugène Manuel. El filme gira alrededor de tres personajes. Paloma, una niña sumamente inteligente, rueda una película sobre la vida cotidiana de su familia, mientras espera el día de su duodécimo cumpleaños para suicidarse.
Por otro lado, está Renée, la portera, una mujer cultivada, que disimula sensibilidad y delicadeza. A su vez, se refugia en la soledad porque teme la mirada y el prejuicio de los demás. Tanto es así que, termina por olvidarse de ella misma; pero al conocer al señor Kakuro Ozu, un hombre rico que no se detiene ante las apariencias y que ve en Renée una gran sutileza interior que le atrae y desea descubrir, comparte gustos y aficiones. De esta manera, Renée irá recuperando el placer de relacionarse con los demás y por ello, con ella misma.
Durante todo el trayecto de la película, se puede apreciar que Paloma tiene un sentido fatalista de la vida. Sin embargo, al conocer a Renée y Kakuro, una pareja de viudos solitarios y soñadores, quienes se resisten a caminar solos hacia la vejez, estos le mostrarán a Paloma una segunda oportunidad para que su visión sobre la vida y la muerte sean reinterpretadas de una forma más prudente. Así, regresarán sus ganas de vivir. Por tal razón, se ve la escena del pez que muere pero regresa al final. En conclusión, es una película que nos muestra el lado más humano y sensible, y una crítica a la sociedad actual.