La webinar interdisciplinaria se llevó a cabo, mediante el formato simposio, y tuvo como título “Interrogantes y retos antropológicos, éticos, y educativos en la crisis en la pandemia”. Participaron de ella el Decano de la FDCP, P. Dr. Giampiero Gambaro; el Decano de la FCEC, Mtro. José Enrique Guadalupe; la Decana de la FCEH, Mtro. María Teresa Briozzo; el Decano de la FCS, Mtro. Luis N. Quiroz Avilés; y el docente de la FDCP, Mtro. Sergio Alván Cabanillas.
Un minúsculo virus paraliza el mundo
El Simposio inició con la participación del P. Dr. Giampiero Gambaro, quién explicó cómo la pandemia ha impactado directamente en las políticas públicas, cómo ha socavado la economía y cómo ha transformado la democracia, junto a la sociedad: “En pocas semanas, un virus con diámetro de una mil millonésima de la parte de un metro ha cambiado la cara de nuestro planeta”, resalta, dando a entender cómo algo tan pequeño ha podido cambiar el curso de la historia humana.
Respecto a la antropología, el también Vicerrector Administrativo de la UCSS, abordó el panorama de la crisis sobre cómo la situación emocional del ser humano, el pensamiento crítico y la conciencia pueden ayudar a mejorar las políticas públicas. El decano finalizó puntualizando tres términos: ‘Humanidades digitales’, para la tecnología que ha jugado un papel importante en la educación; ‘Individuo comunidad’, la responsabilidad del bien común por sobre el egoísmo o el individualismo; y ‘Repensar la globalización’, por las relaciones, la industria y la producción dependientes.
Salud: la persona humana, ante todo.
En el ámbito sociopolítico, el rol del Estado y las políticas sociales, influyentes en el accionar del desarrollo social, se encargó el Mtro. Luis N. Quiroz Avilés. El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, enfatizó en los acuerdos nacionales, con respecto al acceso del servicio de salud y seguridad social para la población. Asimismo, se planteó la pregunta: ¿Qué hacer para mejorar el sistema de salud en el país? y ¿Cómo mejorar el sistema de atención de salud? El médico cirujano rememoró su participación el terremoto en Pisco, en 2007, y comparó la situación de atención con los damnificados de aquel evento, haciendo un paréntesis para reforzar que muchos de sus colegas del personal médico habían sido afectados no solo con consecuencias físicas, sino moralmente. De esta manera, concluyó que la pandemia no solo debe tratarse como una enfermedad con determinantes biológicos, sino también psicológicos. Por ello, se debe conocer la importancia del accionar social y colectivo de las personas para combatirlo: “Considerar a la COVID-19, como una enfermedad netamente biológica sería un grave error, es una enfermedad multifactorial; con determinantes sociales”, reveló.
Un Estado formal y un Estado informal
Otro punto importante fue el dilema de salud pública versus la economía. El Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales, Mtro. Enrique Aguilar, realizó una comparación nacional e internacional sobre el impacto económico que trae consigo la pandemia; y emitió una interrogante: ¿Qué debemos preferir, salvar a nuestra gente o salvar la economía?: “Hay personas que dicen que hay gente que muere más por hambre y pérdida de empleo que por la pandemia; y existen otras que prefieren el aislamiento como una medida que los podría salvar, sin cuestionarse la caída del PBI o la pérdida de empleo”, expresa Aguilar, comparando otros países que optan por la economía, y sus consecuencias. Asimismo, resaltó cómo afectarán temas, como el retiro de las AFP y las ONP, en un futuro. Por otro lado, los negocios informales, la corrupción y la informalidad en las instituciones vienen afectando mucho al país: “En el Perú hay dos estados, el Estado, como tal, y el Estado informal. Ambos atravesados por la corrupción. La cultura informal ha evolucionado en un ‘paraestado’, ¿Cuál de los dos gobierna el país?”, cuestionó el decano al final de su intervención.
La educación: crecer en humanidad.
Por su parte, la Mtro. María Teresa Briozzo, tuvo como hilo conductor la doctrina social de la Iglesia, a través la figura del Papa Francisco en el tiempo de la pandemia. Consideró, además, que en los grandes momentos críticos de la historia han aparecido personalidades, como Romano Guardini, quién advertía al término de la Segunda Guerra Mundial, que existe la necesidad de un cambio de estilo de pensar y de sentir, un cambio en el hombre, más espiritual, maduro y responsable. La también docente de Filosofía y Teología, recalcó el silencio en la Plaza San Pedro en tiempo de pascua, al estar totalmente totalmente vacía, como la imagen más dura de la pandemia en el mundo cristiano.
Asimismo, citando a Julián Carrón, sacerdote, teólogo y actual líder del movimiento italiano Comunión y Liberación, destacó que la crisis de la pandemia nos ha mostrado que en todo este tiempo hemos vivido en una burbuja, sintiéndonos protegidos de los golpes de la vida, pues vivíamos distraídos creyendo que todo estaba bajo control: “Esta pandemia nos ofrece la oportunidad de crecer en humanidad […] El lugar de la humanización es la educación”, reflexiona la Mtro. Briozzo, invitándonos a pensar en la interioridad del ser humano, es decir, cuál es nuestro propósito en la vida, quiénes somos realmente. Finalmente, mencionó que es importante que los estudiantes conozcan la dirección de sus vidas, para vivir como personas dignas, libres, solidarias y capaces de construir un mundo más humano.
Devolver el concepto de ciudadanía
La última intervención estuvo a cargo del docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Mtro. Sergio Alván Cabanillas, quién inició recalcando que “Es importante para los alumnos y la población, una reflexión, un pensamiento más agudo y crítico respecto de las estructuras morales, individuales sociales, políticas y Estado; nos permitan construir una sociedad que deje atrás todas la carencias, que la pandemia ha desnudado”, recalcó.
De la misma manera, formuló un análisis sobre la gestión pública, señalando que los trabajadores del Estado y los funcionarios públicos deben tener mayor capacitación, deben mejorar su trabajo, debe existir una continuidad en su vida profesional, dejando de lado los nepotismos o los llamados ‘padrinazgos’: “El funcionario público debe centrar su cargo en la persona humana. Debemos poner al centro de las políticas al ser humano, devolverle el concepto de ciudadanía”, señaló el Mtro. Alván, quien, por su amplia experiencia en gestión pública, advirtió de una amenaza igual o peor que la del nuevo coronavirus: “El gran riesgo de esta crisis es acercarnos a populismos y a autocracias”.
Finalmente, el P. Giampiero Gambaro concluyó el Simposio tomando en cuenta que lo esencial son las políticas públicas, la educación y una reflexión integral en este contexto. Asimismo, planteó que la educación y la profesionalidad son caminos que pueden ayudar a romper la cadena de la corrupción, de la informalidad y del mal manejo de las políticas públicas: “Toda la humanidad está luchando […] en una guerra que vamos a ganarla todos juntos, para contarles a sus hijos en un futuro o generaciones futuras que participamos en esta batalla y la ganamos”.
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