Por Melany Jhomira Mamani Ricaldi
En las tierras altas de Huaricolca la transformación es más que una palabra, es una decisión respaldada por la acción. Este artículo explora el dinámico escenario donde la decisión de emprender proyectos de mejora genética en la ganadería, se encuentra con los desafíos políticos que moldean el destino de nuestros pueblos.
En un entorno donde la inversión en campos de juego sintéticos se enfrenta a la necesidad urgente de mejorar la genética de nuestros cuyes, surge una pregunta fundamental: ¿A dónde deberían realmente dirigirse los recursos de nuestros pueblos? La analogía se presenta fuerte comparando la aparente inversión inútil con la infraestructura necesaria para brindar lo mejor en calidad a nuestros clientes.
La crítica a la distribución de recursos no se detiene aquí. Se señala una obra que, al igual que la represa Huaricola de Huarioran, ha absorbido miles de soles sin resultados aparentes, y los cómplices permanecen en silencio. Este artículo cuestiona la ética detrás de la gestión de proyectos y hace un llamado de atención sobre la necesidad de una política que no sólo hable, sino que demuestre lealtad al pueblo y a sus ideales.
Desde la perspectiva de un líder de líderes se destaca la importancia de la transparencia en la política, sugiriendo que el 10% de cada obra debería destinarse directamente al bienestar del pueblo. Se plantea una crítica a la práctica de ocultar la propiedad de los bienes a través de terceros, para pasar desapercibido, destacando la necesidad de educar y concientizar a la comunidad sobre estos asuntos.
A medida que la narrativa se desplaza hacia la ganadería, se enfatiza la importancia de la dosificación en los animales, revelando la constante búsqueda de mejora genética mediante la inseminación artificial de vacunos Brown Swiss y Simmental, en altitudes de 3950 m.s.n.m.
Más que una crítica, este artículo es un llamado a la acción. Se destaca la pasión única que impulsa a Huaricolca, distrito donde el 90% de la vida gira en torno a la agricultura y la ganadería. Los desafíos y decisiones que enfrenta la comunidad, tanto en términos de inversión como de políticas, se presentan como una realidad cruda que requiere atención y acción concertada.
En este camino hacia una ganadería sostenible, el artículo concluye con un llamado a la lealtad sobre el proyecto de transformación, al pueblo y a los ideales que promueven el bienestar de los hermanos del campo.
*Melany Jhomira Mamani Ricaldi, estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad Católica Sedes Sapientiae, destaca como líder estudiantil y joven líder del Bicentenario por el Congreso de la República. Su experiencia incluye roles en medios de comunicación, reconocimientos académicos y habilidades técnicas.
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