«Nuestra joven generación se encuentra en la situación que no le permite en ninguna parte en absoluto, encontrar indicación alguna con respecto al sentido supremo de la vida…Nada positivo, es decir, nada que esperar, nada por lo que esforzarse»
La amarga y realista reflexión de Dostoievki, en 1876, es, también, desde varios años, mi constante sentimiento y pregunta apremiante, pregunta a la que sólo vislumbro una respuesta : el encuentro con todo que es grande y bello.
Es cierto “la belleza salvará al mundo”, como intuye el gran escritor ruso, porque las formas, notas, palabras del arte alcanzan y plasman “algo” que el corazón presiente y espera. La belleza “lee” la profundidad de nuestro deseo y nos revela quiénes somos y para qué estamos hechos, rescatándonos, de continuo, de las imágenes sofocantes que la moda y el poder nos imponen de continuo. ¡Es el milagro que se renueva en cada encuentro con un grande artista!
Así, convencida que, finalmente, es esta la única verdadera pedagogía, se me ocurrió “inventar” el curso de “Hitos del arte universal” para hacer conocer a mis alumnos algunos artistas, a mí particularmente queridos, que habiendo percibido la promesa de perfección y felicidad de la vida y habiendo permanecido fieles a ella, incluso en medio de límites y contradicciones, han “cantado” esta promesa con su arte, derrochando belleza.
Llena de admiración y afección por ellos, he querido compartirlos con mis alumnos. Y qué sorpresa más grata descubrir que ha sido la misma experiencia de Borges – “lo que hace un profesor es buscar amigos para los estudiantes. El hecho que sean contemporáneos, de que han muerto hace siglos, de que pertenezcan a tal o cual región, es lo de menos. Lo importante es revelar belleza” – y del gran crítico G. Steiner – “ Un buen profesor, un buen critico declara: “¡He aquí lo que importa. ¡Y he aquí porqué! Leed esto, os lo ruego, leedlo. Id a comprarlo, Conseguidlo”-
Si, lean -¡guiados!- la Divina Comedia de Dante, para descubrir cómo un hombre pueda salir de la “selva oscura” de la confusión y el extravío y, atravesando toda la compleja variedad de la condición humana, llegar a comprender que todo lo que existe y se mueve en “el gran mar del ser”, tiene un origen y un destino bueno , que Dios no es un ente lejano e impasible frente a su creatura , sino un creador amoroso, es “el Amor que mueve el sol las estrellas”.
Miren la bóveda de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel y quedarán pasmados ante la inigualada creatividad del “divino maestro” que representa en imágenes y colores de extraordinaria belleza la inmensa fatiga de Dios creador que da vida al mundo , llamándolo , con su potente energía, de la nada al ser y, luego, deténganse, en muda contemplación de la “Piedad Rondanini” -su última obra- y de su belleza esencial y transfigurada.
Escuchen a Mozart -¡todo Mozart- desde la fresca dulzura y musicalidad de la “Pequeña serenata nocturna” hasta la potencia dramática del “Réquiem en Re menor” , y déjense llenar de asombro y conmoción , pensando en este joven hombre -cierto no perfecto ni impecable- cuya música nos hace pregustar el Paraíso…¡ donde queremos estar con él!
Descubran en las formas y los colores de las pinturas de Van Gogh su humana grandeza: la de un hombre que, permanentemente agobiado por la pobreza y la enfermedad psiquiátrica y sin haber logrado vender más que un cuadro en toda su vida, no cesa de trabajar para fijar, con su pincelada, ese misterio que palpita en cada cosa y, así, “llevar consuelo a los hombres” y “reconciliarlos con su destino terreno”.
Acojan, leyendo El primer hombre de Albert Camus , el testimonio estremecedor del afamado escritor e intelectual que, recordando con agradecimiento y conmoción sus humildes orígenes , reconoce “ en ese mundo de pobreza y de luz” la fuente autentica de su inspiración”. Pobreza de su hogar y luz del sol de la tierra argelina que, junto a las presencias más amadas -la madre, el maestro Germain- alimentarán su pasión incondicional por la vida y su solidaridad con los hombres.
Sí, lean, escuchen , miren y sentirán surgir , frente a todos ellos y a tantos otros, esa “deuda de amor” fruto de todo encuentro verdadero con lo que nos regala …¡un destello de la Belleza!
(*) Dra. Giuliana Contini, docente del curso de Hitos del Arte Universal de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades.
Muchas gracias hay una gran necesidad de Maestros como la Doctora que transmitan la pasión por la vida
Que el amor sea capaz de mover el cielo y las estrellas, queda realmente corto ante la denuncia de que «el arte y la belleza nos rescatan de las sofocantes imágenes que la moda y el poder nos imponen. Que hermoso, belleza que habiendo pasado por el corazón, se muestra ante una presencia similar al del fractal que sin saber por qué, nos revela quye está acompañándonos. Mi reconocimiento Giuliana, fabuloso.
Verdadera pedagogía y hermosa compañía la que nos brindan estos grandes amigos con los que nos hace encontrar, personas como Giuliana que conocen la belleza. Sencillamente lindo!!
Nada es casualidad, todo es providencia.
El arte revela la belleza, Dra. Giuliana y los diferentes autores presentados no hacen sino acercarnos a la vida, al hombre, al absoluto.
Haber tenido y tener Maestros únicos, originales e irrepetibles es un privilegio, no dejen de acompañarnos, de seguir bregando.
Gracias.