Miércoles de Ceniza: el inicio de un tiempo de preparación y conversión.

La celebración litúrgica que marca el inicio de la Cuaresma recuerda a los fieles la importancia del arrepentimiento y la preparación espiritual.

Redacción CampUCSS

El Miércoles de Ceniza es una fecha clave en el calendario litúrgico de la Iglesia católica, pues marca el inicio de la Cuaresma, el periodo de 40 días de preparación para la Pascua. Sobre el significado de esta celebración, el P. Miguel Carpio, capellán de la UCSS, explica: “El Miércoles de Ceniza es el comienzo de este tiempo de preparación que llamamos Cuaresma. Se llama Cuaresma porque dura 40 días y su significado espiritual es un punto de conciencia sobre la esencia del cristianismo: el anuncio de la muerte y resurrección de Jesús”.

La ceniza impuesta en la frente de los fieles tiene un profundo simbolismo bíblico. “El sacerdote suele pronunciar una frase tomada del libro del Génesis: ‘Polvo eres y en polvo te convertirás’, o bien, otra expresión del Evangelio de San Marcos: ‘Arrepiéntete y cree en el Evangelio’”, menciona el P. Miguel. La Cuaresma, con su duración de 40 días, también hace referencia a los 40 años que el pueblo de Israel pasó en el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida y a los 40 días y noches que Jesús pasó en el desierto en preparación para su misión.

El P. Carpio resalta que la ceniza utilizada en esta celebración proviene de la quema de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior. “En algunas parroquias, se realiza un ritual en el que estas palmas son quemadas para obtener las cenizas que se imponen en la frente, generalmente en forma de cruz”, detalla el capellán.

En cuanto a la preparación espiritual para recibir la ceniza, el capellán enfatiza la importancia de la participación de la liturgia de ese día: “Lo esencial es que los fieles participen en la celebración y tomen conciencia de este tiempo de conversión. La ceniza puede ser recibida por todos, desde bebés hasta ancianos, como un signo de preparación para la Pascua”. Además, recuerda que la Cuaresma no solo es un tiempo de reflexión, sino también de intensificación de la oración, el ayuno y las obras de caridad.

Esta celebración se remonta al siglo IV y se consolidó entre los siglos VI y VII. Desde entonces, marca el inicio de un periodo litúrgico de reflexión y penitencia en preparación para el acontecimiento central del cristianismo: la resurrección de Cristo. “El Miércoles de Ceniza está profundamente vinculado con la Pascua porque busca ayudarnos a prepararnos espiritualmente para recibir el gran acontecimiento de la presencia del Señor resucitado”, concluye el P. Miguel.

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