Por: Lic. Melina Cruzado
La niñez es una etapa de vital importancia en el desarrollo de los caracteres morfológicos, biológicos y psicológicos de una persona. Los cambios que se producen en esta etapa están destinados a conseguir el perfeccionamiento de sus capacidades tanto motoras como sensoriales. Este desarrollo natural, se ve favorecido por el juego libre, el deporte, las actividades recreativas o los ejercicios programados dentro del contexto de la familia, del colegio y de la comunidad. Por esta razón es importante buscar oportunidades de participación en actividades físicas placenteras y seguras que colaboren con su desarrollo regular.
Al respecto, la OMS, apoyándose en diferentes investigaciones, recomienda un mínimo de 60 minutos de actividad física diaria en niños de 5 a 17años. La actividad física regular en este grupo etario, además de favorecer su desarrollo motor y sensorial, mantiene un perfil de riesgo cardiorrespiratorio y metabólico saludable. Al realizar 60 minutos de actividad física diaria, los niños y adolescentes experimentan mejoras en la función física; la mejoría se evidencia en los siguientes aspectos: mayor fuerza muscular, mejor función cardiorrespiratoria, mejor fuerza en sus huesos, reducción de la grasa corporal y menor presencia de síntomas de ansiedad y depresión.
Las actividades como correr, trepar árboles, volteretas, saltos, carreras, desplazamientos, paseos recreativos, cursos de educación física, deportes, disciplinas o juegos de diferente índole, son algunos ejemplos de cómo favorecer la adquisición de estos beneficios en la salud. Es de entender que estas actividades se hayan visto afectadas a causa de la cuarentena; sin embargo, es un aspecto que los padres de familia y tutores no deben descuidar, por ello, y considerando el importante papel de la actividad física en su salud general, proponemos algunas ideas que pueden realizarse en casa ocupando poco espacio:
- Bailar.
- Aprender coreografías.
- Jugar el saltasoga.
- Saltar la liga.
- Jugar mundo.
- Jugar con un globo.
- Jugar hula-hula.
- Realizar gateo o arrastre dentro de casa, correr o saltar en su propio lugar o subir y bajar escaleras varias veces al día.
- Realizar estiramientos o seguir clases de yoga.
- Hacer pequeños circuitos de psicomotricidad con materiales que tenemos a la mano.
El período de 60 minutos diarios puede ser dividido en varias sesiones a lo largo del día; por ejemplo, dos momentos de 30 minutos o 4 momentos de 15 minutos, que se sumarían para obtener el total recomendado. En el caso de que los niños o jóvenes sean inactivos o sedentarios, sería apropiado empezar con pequeñas dosis de actividad para ir aumentando gradualmente su duración, frecuencia e intensidad hasta llegar a los 60 minutos diarios. Es importante tener en cuenta que si los niños no realizan actualmente ninguna actividad física, la práctica de ésta en niveles inferiores a los recomendados, les reportará más beneficios que la inactividad; es mejor moverse 30 minutos diarios que no moverse nada.
Los padres o tutores deben realizar las actividades con sus niños, de esta manera pueden guiarlos y prevenir accidentes. Es recomendable acompañar la actividad con canciones o música que el niño disfrute; así también, la idea del premio al final de haber cumplido con lo programado puede ser un buen estímulo si es difícil empezar. Recordar siempre que el sedentarismo tiene efectos indeseados en la salud de los niños, algunos de ellos pueden ser: disminución de fuerza en sus músculos y huesos; acumulación de grasa en diferentes zonas del cuerpo, sobretodo en el abdomen; cansancio para actividades sencillas de la vida diaria; pesadez; ansiedad y depresión.
Lic. Melina Cruzado, en colaboración con participantes del curso de Fisiología del Ejercicio.
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El deporte es muy importante para un buen desarrollo mental para los niños y niñas en nuestra sociedad.