La FCEH, en manos de la coordinación del Programa de educación secundaria: Filosofía y Religión, brindó, junto a diversos ponentes, grandes enseñanzas sobre una de las mayores figuras de la teología sistemática.
Redacción FCEH
Continuando con las celebraciones por los 750 años de la muerte del Doctor Angélico, el Programa de educación secundaria: Filosofía y Religión organizó el viernes 22 de noviembre en la Biblioteca Andrés Aziani el «Seminario Internacional sobre el pensamiento teológico de Santo Tomás de Aquino». El evento contó con la participación internacional del reconocido profesor argentino, Claudio Mayeregger, presidente y director académico de la Fundación Santa Ana; y con la participación del apologeta peruano Dante A. Urbina Padilla.
El prof. Mayeregger tuvo a su cargo la ponencia titulada “La Antropología teológica de Santo Tomás frente al pensamiento moderno”. El profesor Claudio comenzó indicando que “cuando decimos ´Antropología teológica´ usamos una expresión que, para un autor como Santo Tomás, sería incomprensible. De hecho, es una expresión bastante novedosa. Nosotros tenemos que hablar del hombre en la síntesis teológica de Santo Tomás.”
Asimismo, explicó, que “se podría objetar de entrada que el hombre no es objeto de la Teología en ningún sentido, porque según la fórmula clásica que define la Ciencia Teológica, esta es ciencia de deo, ut deo, ex deo, con lo cual el objeto material es Dios, el objeto formal es Dios en cuanto Dios (o sea, considerado en sí mismo), y el objeto formal quod es la Divina Revelación. De manera que es Dios a partir de lo que nos comunica de Sí mismo lo que procuramos entender en la Teología.”
En esta perspectiva, el también director de la Fundación Santa Ana enfatizó que “al aclarar esa relación del hombre como algo de Dios estamos entendiendo lo más profundo que podemos entender acerca del hombre, porque siendo el hombre un ser creado que depende radicalmente de Dios, entenderlo como algo de Dios es entenderlo en la raíz misma de su ser, en el fin último de su existencia y en lo más profundo que cabe entender acerca del hombre. Lo que pareciera de entrada una pérdida es una sublime ganancia, porque nada es más iluminador sobre el hombre que procurar entender al hombre como algo de Dios.”
A partir de esta introducción, el profesor Claudio centró su exposición en la visión sobre el hombre que realiza Santo Tomás en la Suma Teológica, en la que podemos distinguir al hombre “como creatura beatificable; como creatura beatificanda, es decir llamada a la beatificación y que debe alcanzar la beatificación como último fin de su existencia; y, por último, el hombre como creatura beata, es decir en el término.”
“Dios ha querido crear seres capaces de participar de su beatitud. Y esto son solo los seres creados personas, es decir, capaces de entender y amar; los seres que participan, en su esencia, de la perfección del Ser Inteligente. Son los seres que pueden conocer y amar a Dios y, por lo tanto, dejarse beatificar por Él. Aquí es donde empieza a aparecer el hombre en la perspectiva teológica de la síntesis de la Suma en relación con la beatitud”, precisó.
Por su parte, el profesor Dante A. Urbina inició su intervención sobre “La visión tomista de la predestinación” enmarcando su ponencia en la lógica del combate intelectual entre la manera de entender la predestinación de Santo Tomás y la manera de entender la predestinación de Juan Calvino.
Así, el apologeta peruano comenzó indicando que “la predestinación necesariamente está unida a la cuestión de cómo entendemos la gracia.” Por tanto, sobre la cuestión de si el hombre puede resistir a la gracia que Dios da para la salvación “Santo Tomás responderá que sí, Juan Calvino responderá que no.”
“Santo Tomás lo dice muy claramente: Dios provee la Gracia, pero está en poder del libre albedrío el impedir o no impedir la recepción de la gracia. Calvino dice ´Dios mueve nuestra voluntad, no de ese modo´, o sea, no como que podamos resistir. Y si Dios mueve nuestra voluntad, pero no como que podamos resistir, ¿qué se sigue? Que la mueve irresistiblemente.”
“Santo Tomás está afirmando el poder del libre albedrío de resistir o no resistir a la gracia; y Calvino dice que Dios mueve de modo tal que no se permite esa opción.”, agregó.
Citando el texto de San Pablo “A los que de antemano conoció, a esos predestinó” (Rom. 8, 29), el también economista peruano indicó que los calvinistas interpretan ese texto diciendo que “ese preconocimiento se refiere a elección, un amor de elección y, por lo tanto, es como que predestinó a aquellos a los que les tuvo un amor de elección.”
“Santo Tomás ciertamente va a afirmar que hay una predilección de Dios por los predestinados. Eso no es el problema, sino el pre-conocimiento que Dios tiene sobre las cosas, ¿es determinista?, ¿genera una determinación sobre ellas mismas? Santo Tomás no reduce el pre-conocimiento de Dios a ser idéntico a la predestinación, a ser un decreto determinista, causativo, irresistiblemente o irremediablemente. Santo Tomás distingue y dice que la predestinación de Dios presupone el pre-conocimiento de Dios.”, añadió.
Para poder aclararlo mejor, el apologeta dio un ejemplo. “Dios sabe si yo me voy a salvar o condenar. Dios ya lo sabe, ´preconoce´. Ahora bien, el hecho de que lo preconozca no implica que lo cause. Santo Tomás dice que el pre-conocimiento implica solo el conocimiento de las cosas futuras. Entonces Dios puede conocer que alguien va a pecar, mientras que la predestinación implica causalidad respecto de ellas. Dios preconoce que una persona se vaya a condenar, pero no es que lo cause.”
Por su parte, Juan Calvino en su Comentario a la Carta de los Romanos indica que “el preconocimiento de Dios es la opción de decir estos se salvan, y los otros se condenan. En otras palabras, lo que está diciendo Calvino es que el pre-conocimiento de Dios y la predestinación es lo mismo, contrario a Santo Tomás de Aquino”.
Asimismo, hablando de si el pre-conocimiento de Dios implica un decreto determinista, Santo Tomás también se distancia de Juan Calvino. Para Santo Tomás “tu pasado, presente y futuro están ya presentes en la atemporalidad eterna de Dios. Dios, simultáneamente, conoce todos los eventos; nosotros conocemos sucesivamente.”
“Entonces, tú puedes preguntarte: Si Dios sabe de antemano que me voy a condenar, no tengo más opciones que condenarme. Entonces no hay libre albedrío. Es la cuestión que normalmente se plantea. Pero lo que te va a decir Santo Tomás es: No es que Dios está en un pasado donde conoce que te vas a condenar y después tú existes en un futuro en donde vas y te condenas irremediablemente, porque Dios ya en un pasado conoció que te ibas a condenar. No. Dios está por encima del esquema temporal y Él preconoce tus acciones libres también. No hay contradicción en que Dios pueda realmente conocer una acción que sea realmente libre.”, apuntó.
Sin embargo, para la predestinación Calvinista “Dios preconoce las cosas futuras solo en razón de que él decretó que sucederían. Dios preconocería los actos pecaminosos solo en razón de que Él decretó que sucederían.”
Finalmente, a la cuestión de si Dios impone necesidad sobre los predestinados, Santo Tomás responde que no, Calvino dice que sí. Santo Tomás afirma que Dios sabe con certeza cuántos y quiénes se van a salvar, pero “el hecho de que Dios sepa eso con certeza, no impone necesidad, no quita el libre albedrío.”
“Santo Tomás dice que en la salvación hay dos causas implicadas, una necesaria, la acción de Dios, y otra contingente, el hombre. En consecuencia, el efecto siempre es contingente.”
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Ponencia en vivo: https://www.facebook.com/fceh.ucss/videos/594807109883719?locale=es_LAace
Enlace a la Fundación Santa Ana: https://santaanafundacion-cursos.blogspot.com/2019/09/la-modernidad.html
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