Redacción CampUCSS
Hoy la Ivermectina ha sido aprobada por el MINSA como paliativo contra el nuevo Coronavirus. Sin embargo, a inicios de la pandemia, entre abril y mayo del 2020, era blanco de críticas entre algunos doctores y en redes sociales, ya que la recomendaban como medicina alterna para aliviar los síntomas del COVID-19 sin pruebas. Hasta llegaron a aconsejar Dióxido de cloro, lo que resultó nocivo para la salud de miles de personas. A pesar de ello, muchos optan por automedicarse para no arriesgarse visitando a un hospital o clínica por el aumento de los casos, el tiempo y factores económicos.
Según el Psic. Del Busto, tenemos una cultura de automedicación hace muchos años, por distintas razones, y pensamos que la consulta médica siempre trae una receta. “La cultura de la automedicación crece en el ambiente del ‘me ahorro la consulta y el tiempo’, ya que muchas veces obtener una cita puede demorar meses en nuestro sistema de salud”.
Otra mala costumbre es acudir a la farmacia del barrio y preguntar qué tipo de pastillas tienen para un dolor o enfermedad que creemos tener. De la misma forma, en nuestras casas, cuando nos aqueja algún dolor, siempre un familiar suele recomendar un medicamento, hasta antibióticos.
“La Amoxicilina, un antibiótico, se puede pedir sin receta médica y representa un alto peligro para la persona que lo ingiere, porque si tenemos algún virus u hongo, este se hace más fuerte sin la dosis correcta o la receta de un especialista. Asimismo, el famoso Panadol y otras pastillas para la gripe que venden en las tiendas, son un producto de la cultura de automedicación”.
Esto también sucede con los ansiolíticos o medicinas que disminuyen los síntomas nerviosos, para pacientes diagnosticados de algún trastorno, como la Alprazolam o la Clonazepam. A veces las ingieren por algún problema muscular, como si de un caramelo se tratase.
“La automedicación podría causar hasta la muerte, imaginemos que una persona con problemas de presión arterial ingiere viagra, le causaría la muerte por infarto ya que la pastilla azul funciona a nivel del sistema circulatorio”, ejemplifica el especialista.
Por otro lado, el Coordinador del programa de Psicología en la UCSS, nos explica cómo es la medicación de una persona diagnosticada con algún trastorno de ansiedad o estrés y del riesgo a los que se exponen:
“La medicación psiquiátrica es muy cara, no se toma por 7 días, sino por 6 meses o dos años. El costo es alto. Por ello los psiquiatras recetan genéricos, para que con estas puedan ir a hospitales y comprar medicación más barata”. Agregó que estas recetas deben estar bajo la supervisión de especialistas, debido a que las dosis cambian y provocan efectos secundarios, por tal motivo se cambian algunos medicamentos para contrarrestar dichos efectos.
En Perú los psicólogos están prohibidos de medicar porque no llevan cursos para ello, pero conocen la medicación. Sin embargo, los especialistas, deben explicar lo que están haciendo, para que el paciente no piense que prolongar las dosis significa necesariamente que su condición ha empeorado.
Ahora, si bien existen casos de trastornos diagnosticados, existen también personas que tienen pensamientos negativos, ansiedad y estrés por la situación en la que nos encontramos. El Psic. Rafael del Busto, nos brinda consejos para combatir el estrés, la ansiedad y lidiar con el miedo al contagio ante la segunda ola que azota a nuestro país:
- “Realizar actividades relajantes que impliquen actividad física, como hacer deporte”.
- “Realizar actividades que provoquen sentimientos agradables, buscar sentirse bien”.
- “Cuidar la alimentación, evitar los chocolates, café, té y cigarrillos, ya que aumentan la ansiedad y el estrés. Por el contrario, consumir agua, manzanilla, que son calmantes naturales”.
- “Evitar ver programas y canciones que nos lleven a un estado de ánimo bajo (como boleros o música romántica) o programas que expongan condiciones físicas, como certámenes de belleza o realities. Asimismo, evitar la sobreinformación de noticias sobre el COVID-19”.
- “No ocultar cosas, transmitir sentimientos y preocupaciones a terceros. Sentirse importante para alguien, no debemos aislarnos del todo, con las medidas requeridas busquemos a los más cercanos, amigos, familiares”.
- “No debemos evitar el miedo o dejarlo esparcirse, debemos aprender a controlarlo, manejar el miedo”.
“En Europa y China, existen registros de estudios del año pasado sobre el comportamiento de las personas ante el regreso al colegio o al trabajo. Algunos se alivian por retornar a sus labores, mientras que otros se angustian. De la misma forma el trato a las personas que han estado expuestas en primera línea: militares, doctores, policías”.
Afirma, el licenciado Del Busto, que debemos tener cuidado con la sobreprotección y el miedo, los padres transmiten mucho a sus hijos. Por otro lado, también los adolescentes que pueden descuidarse por el comportamiento propio de la edad.
El Psic. Del Busto finaliza hablando de la forma de respetar los protocolos, las leyes y la autoridad. Existe una falta de responsabilidad en el caso de las mascarillas o del toque de queda; por ejemplo, si el ciudadano no identifica una autoridad, puede romper dichas normas. Esto resulta del comportamiento de ‘evitar la sanción, mas no la mala acción’ o la repercusión que esta acción pueda causar, no entienden el sentido de la regla, lo hacen por evitar una multa pero no porque esté mal.