Redacción CampUCSS
Durante la conferencia de gobierno del 8 de enero último, la ministra de Salud, Dra. Pilar Mazzetti, confirmó el primer caso de contagio de la llamada “variante inglesa de la Covid-19” en el país. Esta mutación hallada en Inglaterra se convirtió en la nueva amenaza para el 2021, pero no es la única variante en el mundo.
“Esta nueva cepa registra unas 22 mutaciones o variantes al virus original, lo que explica que sea más contagiosa, porque aparentemente se adapta mejor y más rápido a sus huéspedes. Cuanta más interacción tenga el virus con el ser que invade, mejor se adaptará y es más probable que mute”, asegura el doctor Luis Neyra.
“Esta nueva característica deja abierta la posibilidad de que este año el sistema de salud colapse mucho más rápido, a niveles peores que el año pasado”, advierte.
Ante todas las dudas y temores que surgen en la población, los especialistas como el Dr. Neyra coinciden que hasta el momento esta mutación no representa peores síntomas o cuidados mayores a los ya establecidos. Además, invoca a no automedicarse, porque no hay medicinas que demuestren científicamente inhibir la acción del virus en el cuerpo.
“No bajemos la guardia con la bioseguridad. Al mínimo síntoma hay que llamar a un médico, mantener el aislamiento y fundamentalmente controlar la saturación de oxígeno. Menos de 95%, necesita recibir oxígeno medicinal; menos de 90% se recomienda hospitalización”, aconseja el también docente de la UCSS.
Si bien las autoridades se resisten a volver a las cuarentenas por temor a la economía, no hubiera sido necesario si la población hubiera respetado la emergencia evitando las fiestas y viajes, asegura Neyra. “La cuarentena previene contagios porque evita la interacción, pero de nada servirá sin la voluntad de todos”, concluye.
Lo mejor siempre será que nosotros mismos nos cuidemos, como ya sabemos: mameluco, mascarilla, protectores faciales, alcohol al 70%, cambiar o lavar la ropa al ingresar, lavado de manos constante y, sobre todo, distanciamiento social si salimos de casa (lo que incluye no visitar, ni recibir parientes o amigos).
“La ola no te golpea cuando está en el pico, sino cuando te cae encima. Los contagios y muertes siguen sumando y la sociedad podría ‘sentir la pegada’ de los muertos y la falta de médicos en cuatro semanas”, advierte el Dr. Neyra.