Por: Tito Aguilar Muñoz
El primer gran reto al escribir este artículo es cómo mostrar objetividad cuando el panorama electoral de cara a la segunda vuelta pone frente a frente dos posiciones muy distintas y para la gran mayoría de peruanos, ante una situación no deseada, recordando que la suma de votos entre ambos candidatos no superó el 35% de los votos en primera vuelta, así que trataré de ser objetivo y no mostrar preferencia entre una y otra posición, mostrando más bien de forma clara, las estrategias de ambas posiciones, quizá alguna recomendación y por encima de todo, poner adelante los intereses del país.
Si hay una realidad, es qué en el marketing tradicional, el producto sigue siendo muy importante, a partir de allí el resto de variables pueden funcionar, con tus canales de distribución bien definidos, comunicación asertiva y un precio acorde a la oferta, que al momento que el consumidor hace su evaluación, determine que el costo / beneficio cumple o supera sus expectativas, ello por supuesto haría nuestro análisis más sencillo al momento de evaluar el producto en el marketing político, ya que aquí se trata de dos personas, donde la evaluación objetiva respecto a que si el mismo cumple mis expectativas, no va más allá que una mera percepción de su personalidad y mucho de una promesa futura de beneficios, es decir, la esperanza del segmento (electorado), en que voy a estar mejor en posición en 5 años de la que estoy el día de hoy.
Segmentación
Entonces, queda claro que el primer factor con el que deben trabajar los candidatos y asesores es la percepción que tiene la población con respecto a ellos, y para ser francos, ambos tienen serios problemas, derivados de su pasado en una de los candidatos lo que hace que exista una resistencia muy fuerte a votar por ella, aunque esto signifique un cambio radical en la forma de hacer las cosas en el país, a partir de un discurso de izquierda desde el otro candidato, que le habla de forma directa a la población del interior del país, así como a la Lima Norte, Sur y Este, su campaña no está centrada en Lima Metropolitana y tampoco en las redes sociales de una forma agresiva, sino en las plazas y pueblos del país, terreno que ha ido ganando, por lo que llamaremos a esto la segunda variable, definir bien tu segmento, es así que podemos tener claro cual es el mejor discurso posible.
Sorpresa, sorpresa.
La primera vuelta o sorpresa (y lo digo con sarcasmo), nos volvió a enseñar que las elecciones presidenciales no se ganan en las redes sociales y que Lima no es el Perú, y lo digo con sorpresa porque en las últimas elecciones congresales a partir de la disolución del congreso, el FREPAP logró el mayor número de congresistas, y ello no fue un voto por convicción o por que el electorado se sienta realmente identificado con la postura política del partido del pescadito, fue un voto contra el sistema que provino del interior del país y fue una señal clara de lo que se venía, a esto le vamos a llamar otra variable, y es leer las tendencias; las que nadie las leyó o las quiso leer.
El miedo
Así, estando a menos de un mes de la segunda vuelta electoral, las posturas están claras y la otra variable, que es el insight bajo el cual cada candidato va a trabajar sus mensajes de comunicación, ya están definidos. Por un lado, “Los limeñitos de Miraflores lo tienen todo y nosotros no”, marcando claramente una lucha de clases respecto a Lima enfrentada con el resto del país y la otra de “No al Comunismo” y que podemos ser otra Venezuela donde todos seremos más pobres al final; ambos apelando al miedo o al resentimiento sacando lo peor de nosotros, lo que estamos viendo claramente en la publicidad que ya se empezó a emitir como parte de la campaña.
Ahora bien, a manera de reflexión ¿Qué es lo que sería mejor para el país dada la situación en la que estamos?
Pensando en un Perú ideal, lo mejor sería contar con un debate de ideas y soluciones, poniendo en la agenda qué es lo que se va hacer contra la corrupción (que es el mal endémico del país) frente al contexto de la pandemia y el Bicentenario, donde lo único cierto es la incertidumbre. Y, en tal sentido, que ambos candidatos pongan sobre la mesa propuestas reales para salir de la crisis y aprovechar las oportunidades que un mundo post pandemia ofrecerá. De esta manera, brindarle al electorado la mejor opción, en la que el marketing juegue un papel importante para el beneficio de todos los peruanos y no sea una herramienta para intereses particulares, que solo nos venda percepciones, y saber claramente el camino al que nos vamos a enfrentar en los próximos cinco años.
Tito Aguilar Muñoz, es Magister con especialización en marketing y ventas en Esan, y Máster en Marketing Intelligent en Esic, Madrid – España. Cuenta con amplia experiencia gerenciando áreas de marketing y comercial de empresas líderes, como: Cinemark (Perú y Bolivia), Teknoquímica, entre otras. Asimismo, asesoró los Juegos Panamericanos Lima en 2019. Actualmente, es Director de Marketing, Comercial y Comunicaciones de la UCSS.