Estudiantes y docentes de la UCSS identifican oportunidades de investigación en agroindustria, cerámica y comercio justo en Chulucanas.
Por: Mtra. Sugeit Céspedes
Durante nuestra reciente visita académica a la filial Chulucanas, considerada como la tierra del mango y el limón, tuvimos la valiosa oportunidad de recorrer los distritos de Morropón y La Encañada. Asimismo, pudimos observar de cerca el dinamismo de los sectores productivos locales. Los agricultores de la zona nos permitieron conocer el papel clave que desempeñan actividades como la producción de mango, el cual es exportado al exterior a través de cooperativas.
De manera similar, se está promoviendo la siembra de plátano orgánico y de limón, este último utilizado para la elaboración de zumo que sirve como ingrediente esencial en platos típicos peruanos, como los chifles, disponibles en diferentes variedades. Además, no podemos dejar de destacar la artesanía local, un producto representativo de la zona que refleja sus costumbres y tradiciones. Todo este conjunto de actividades productivas contribuye significativamente a la economía del territorio y demuestra el gran potencial que existe para consolidar cadenas de valor más sólidas y sostenibles.
Desde la FCEC, identificamos un espacio fértil para proyectos de investigación aplicada, especialmente en nuestras líneas de marketing en su sublínea de estrategia empresarial y comportamiento del consumidor. Estas disciplinas ofrecen herramientas clave para comprender cómo mejorar la oferta de productos locales, diseñar propuestas de valor atractivas y posicionarlas en mercados regionales, nacionales e internacionales.
Nuestros estudiantes de las carreras de Administración y Negocios Internacionales y Contabilidad ya están explorando el funcionamiento de pequeñas agroindustrias locales que procesan harina de plátano con fines de exportación debido a sus valores nutricionales y propiedades beneficiosas, así como la pulpa y el mango deshidratado. Estas empresas compiten en mercados exigentes y representan una fuente valiosa de aprendizaje sobre comercio justo, certificaciones, diferenciación de marca y asociatividad.
En sectores como el mango, el limón y la artesanía, se observan emprendimientos familiares que operan desde casa, transformando su entorno inmediato en espacios productivos. Posteriormente, se han realizado las exportaciones a través de cooperativas que han agrupado a pequeños productores. Estudiar el comportamiento del consumidor permite entender mejor qué buscan los mercados, qué valoran los compradores y cómo comunicar adecuadamente estos productos.
También, instituciones como el CITE Artesanía del Ministerio de la Producción pueden ser aliados estratégicos para fortalecer estas iniciativas desde una perspectiva técnica, comercial y organizacional, apoyando a los artesanos con el proceso de la arcilla, quema de piezas y desarrollo de productos con la finalidad de mejorar la competitividad, la calidad del producto y potenciar la tradición de la cerámica de la localidad.
Es importante que los estudiantes observen su realidad y desarrollen investigación a través de las tesis, puesto que no solo deben ser un requisito académico, sino también una herramienta para generar conocimiento útil, mejorar procesos locales, fortalecer la economía local, mejorar la competitividad de los productos agropecuarios y aportar a un desarrollo más justo, competitivo y sostenible.
Sobre el autor:
La Mtra. Sugeit Céspedes Panduro es coordinadora administrativa y docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales (FCEC) de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS).
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