¿Qué inspiró tu primer emprendimiento en la vida? ¿De qué se trataba?
Si hablamos del mundo del café, inicié en 2012 con una marca llamada Artian, sacamos unas bolsas de café molido y grano, y empezamos a distribuirlas en algunas cafeterías restaurantes y demás. Pero mi primer emprendimiento en general, fue una empresa de polos cuando era cachimbo en la Universidad. Me junte con tres amigos de la universidad y vendíamos en la puerta de los estadios en conciertos de bandas como Metallica y Iron Maiden. La idea nació, ya que antes yo iba a conciertos y podía ver que mucha gente vendía polos fuera, pero eran de mala calidad, sudabas mucho, entre otras cosas. Entonces, nos propusimos a sacar buenos polos para los fans, que sean de algodón, sencillos, cómodos, para que las personas puedan entrar así al concierto. Lo que me inspiró aquí, fueron las ganas que tenía de hacer algo más, me gustaba sacar un producto, generar cosas nuevas, siempre con ese bichito del emprendimiento.
¿Cómo nace la idea de Don Salazar y el café?
Don Salazar es mi tercer emprendimiento de café, nace inicialmente, porque soy productor de café. Mi padre falleció hace 10 años y heredé la finca en Villa Rica, el logo de Don Salazar, de hecho, es mi papá representado en una caricatura. Siempre tuve una pasión muy fuerte por la finca, me gusta el tema de la agricultura y siempre quise hacer algo con respecto al café. Si a esto le sumamos el bichito del emprendimiento, crear cosas nuevas y resolver problemas, creamos un producto novedoso en el rubro del café. La problemática en el Perú, es que tenemos uno de los mejores cafés a nivel mundial, pero no lo consumimos, nuestro consumo es 0.6 kilos a nivel per cápita (Chile, que no es productor, consume 1.2 kilos per cápita), uno de los consumos más bajos en la región, casi todo nuestro café es exportado y se paga muy poco a los agricultores en el Perú, internamente no es tan valorado. Con esta premisa, empezamos a investigar y descubrimos que mucha gente no toma café pasado, toma café instantáneo por un tema de practicidad o conveniencia. Para tomar un café pasado, tienes que conseguir un buen grano de café, en Perú es escaso. Además, si consigues pasarlo es complicado, debido a que necesitas mucho tiempo, necesitas saber pasarlo, entre moler y pasar te tomas unos 15 o 20 minutos. Usualmente un consumidor de café en el Perú, es una persona que trabaja en una oficina, con una vida muy ajetreada; con esta rutina de entre 3 y 4 tazas de café al día, no podría lograr este ritual 4 veces por día, porque perdería el tiempo. Entonces, ¿Cómo le damos a esta persona un método fácil y práctico para que sin muchas complicaciones y en solo un minuto se pueda tomar un café recién pasado, hecho como en su cafetería de especialidad favorita? Así nació nuestra proouesta, quisimos solucionarle la vida a esta persona en particular e impulsar con esto el desarrollo de nuestra cafetería en el Perú.
¿Qué tan dura ha sido la pandemia para tu emprendimiento?
Creo, más que dura, como Don Salazar, pudimos aprovechar la situación, en el sentido de ser una pequeña empresa, un ‘start up’. Es flexible, son pocas personas, 10 personas en la finca, entonces adaptarte a la nueva situación es más rápido que lo que le podría costarle a una gran corporación, que tiene miles de personas trabajando. Aprovechamos la flexibilidad, para adaptarnos de manera super ágil y, verlo como una oportunidad más que una crisis. Sacamos la página una semana empezada la crisis, nos enfocamos en el canal digital (redes sociales) y en nuestro kit de café perfecto (producto dirigido a esta persona que trabaja en oficina). Esto calzó perfecto, ya que inicialmente queríamos venderle nuestro kit a personas que trabajan en oficina, para que lo consuman en su horario laboral, en vez de ir a una cafetería o beber el café gratis de su trabajo. Por lo que, el foco del producto ‘Kit de Café Perfecto’, se enfocaba en el oficinista ya no va al centro laboral y tampoco puede ir a una cafetería, porque la mayoría de ellas estaban cerradas. Entonces les dijimos, nosotros vamos a seguir dándote este café, que estás acostumbrado a tomar en tu cafetería favorita, pero hecho por ti mismo, en tu casa y en un minuto. Con esta idea, el producto voló, nos quedamos sin stock un mes, le dimos justo en lo que la persona estaba buscando, que era el no tener café de su oficina, ni el de su lugar favorito, tampoco el instantáneo, ya que no consume esto.
¿Cuáles consideras los pilares de un buen emprendimiento?
En primer lugar, la pasión, si realmente está muy apasionado por algo, te mueve y no lo haces por dinero, si no porque quieres cambiar algo, eso que quiere solucionar te moviliza, que vas a hacerlo de una manera natural; con esta idea vas a afrontar todos los obstáculos y adversidades que se presenten en el camino, ya que tienes un propósito bien claro, más allá de lo material. Si lo haces solo por dinero, al primer problema que exista, lo vas a querer dejar, tu negocio deja de ser rentable y lo abandonas. Sin embargo, si existe un propósito más allá de la plata, vas a perdurar. Es como lo que ha pasado con la crisis, por ejemplo, el sector cafetalero se encuentra en una crisis por los bajos precios del café a nivel internacional y por la plaga de la ‘Roya Amarilla’ en toda la amazonia. Si realmente no hubiese tenido pasión en ese mundo, nunca hubiese entrado, entre allí porque me apasiona, me gusta mucho. Esa pasión me permite seguir a pesar de todo, entonces creo que un primer pilar sería la pasión, que encuentres eso que te moviliza y que trates de solucionarlo, por más pequeño que sea. La perseverancia, ligada al primer pilar y, definitivamente algo super importante es conocer tus números, hacerlo rentable, tienes que generar ganancias, verlo como un negocio en el que tienes que lucrar. Conocer la parte financiera y la parte contable, es sumamente importante.
¿Cuáles son los proyectos que tienes a futuro con Don Salazar?
Son varios, ahora tenemos un invento patentado, llamado de ‘Coffecap’, nuestro plan es lanzarlo al mercado el año que viene. El segundo proyecto, es construir cabañas en medio de los cafetales en la finca, con un fin turístico, para que las personas conozcan el proceso productivo del café. Asimismo, vamos a armar paquetes de membresía para que los clientes de Don Salazar, puedan recibir café de manera mensual, pero con un trato más personalizado. Es decir, que ellos puedan adoptar plantas de café en nuestra finca, de esta manera el café que reciban mensualmente, es de su producción. Así, ellos podrán ir a la finca, conocer cómo se produce, se tuesta y muela, interactuar con estas plantas. El objetivo es que el cliente se acerque a la agronomía y con esto revalorice el trabajo de la misma, que conozcan como se consume y qué hay detrás del proceso. Finalmente, hemos comprado una impresora 3D para sacar los prototipos que tenemos en mente y salir adelante.
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