Por César S. Cortez Mondragón.
Desde el 2 de diciembre de 1820, el problema ambiental en Lima era difícil para las autoridades españolas, al haberse pasado el Batallón realista Numancia a la causa patriota. Fuerza realista que se encontraba acantonada en la zona norte de Lima (en lo que hoy es Los Olivos). Había otros hechos que completan esta adversidad para el Virrey La Serna: El fracaso de la Conferencia de Punchauca entre el Libertador San Martín y el Virrey La Serna al no ponerse de acuerdo sobre el destino del Virreinato del Perú. Mientras tanto la causa patriota ganaba adeptos entre los pobladores de Lima.
Para afianzar las mejores posibilidades, San Martín necesitaba la opinión, el apoyo de la sociedad limeña, sobre todo con un documento que manifestará la causa por la libertad. Entonces, el libertador indicó al Cabildo de Lima su opinión mediante un oficio. La respuesta fue una reunión para el 15 de julio, en la cual se congregaron personas importantes de la Capital del Virreinato y gente que diera su mejor conveniencia en forma escrita.
Realizada la concurrencia, bajo los auspicios de las autoridades. Los doctores Manuel Pérez de Tudela, miembro del Municipio limeño, y Don José Ariz, catedrático de la Universidad de San Marcos, redactaron un documento que se denominaría “El Acta de la Independencia”. Documento que leído y aceptado fue presentado a los asistentes.
Según lo que refiere el Padre Vargas Ugarte, historiador, que copió lo que indicó “La Gaceta” del Gobierno de Lima Independiente, que las personas aceptaban por la independencia del Perú del dominio español y de cualquier otro dominio extranjero. Además se dispuso la confección de un estandarte y determinó que el sábado 28 de julio sería proclamada la independencia en la plaza mayor.
En general dicha documento indicaba:
1. El Perú abogaba por la forma independentista. Para su garantía firmaban personajes como El Arzobispo de Lima, El Conde de San Isidro, El Conde de la Vega del Ren, Toribio Rodríguez de Mendoza, Javier de Luna Pizarro, es decir, personas excelentísimas e ilustrísimas, prelados de los Conventos de Lima, y en general ciudadanos muy reconocidos del ambiente social, político jurídico y económico de Lima.
2. Se daba respuesta al pedido del Libertador San Martín, para que mediante dicho documento viera la opinión y firma de personas reconocidas por la independencia del Perú.
Este gran pasó fue el Acta de Nacimiento de la nueva patria independiente y los garantes con su firma comprometían sus ideas, su patrimonio y su honorabilidad.
REFERENCIAS:
– Bibliografía: “El Perú y su independencia”-Instituto LRC y CEHMP. Lima 1975.
– Cayo Percy “La República”. El comercio 2004.
– Pons Musso Gustavo: Historia del Perú República”. Universo Lima .1989.