23 de setiembre, fiesta de SAN PÍO DE PIETRELCINA
Luego de que san Juan Pablo II lo canonizara en el 2002, cada 23 de setiembre, coincidente con el día de su fallecimiento en 1968, se celebra la festividad de san Pío de Pietrelcina. Su enigmático y a la vez modesto modo de vivir atrae hasta ahora un sinnúmero de personas en todo el mundo. Esta popularidad también le atrajo inconvenientes de todo tipo, los mismos que, despejados gracias a la labor de desmiento de serios indagadores, han ayudado a confirmar la imagen de santo que continúa inspirando a muchos.
En sintonía con aquella búsqueda de la verdad en la Iglesia, en el 2011, el Fondo Editorial UCSS publicó la traducción de Padre Pio, la sua voce, la sua storia, con el título Padre Pío, su voz, su historia, escrito por el reconocido periodista italiano Filippo Anastasi. En este texto, nos encontramos con el perfil de un santo que con “íntima, profunda y continua inmolación vivía para el bien de la Iglesia y la conversión de los pecadores”. Afortunadamente, no hay modo de no toparnos en todos y cada uno de los episodios del libro con los alientos, bendiciones y deseos por edificarnos de este santo. De igual manera, cada testimonio recogido por Anastasi es único en la medida en que nos muestran que es posible retornar y crecer en la fe, esperanza y caridad siguiendo la excepcional vida de un santo, la cual no es más que el eco de la presencia del amor de Dios entre nosotros.
La obra caritativa del Padre Pío es otro de los temas centrales del periodista. A pesar de sus graves dolencias físicas, los esfuerzos del religioso por los necesitados se plasmaron en la construcción del hospital Casa Alivio del sufrimiento. Este logro incluso es todavía una muestra de la humildad del santo ya que nunca se atribuyó los créditos sino que tenía presente al pueblo y las oraciones desinteresadas.
Asimismo, son igualmente valiosas las precisiones que brinda Anastasi en torno a la coyuntura que sobrevino tras saberse de los estigmas que san Pío llevó hasta su muerte. El autor da cuenta de la opinión del Vaticano, la posición entre la misma orden de capuchinos del Padre Pío, la acrecentada simpatía que generó entre los pueblos allegados a su convento de San Giovanni Rotondo y testimonios posteriores. Destacan, también, las palabras del mismo san Juan Pablo II o las de Mateo Pio, el niño que recibió un milagro por intercesión del santo, lo que sirvió para el proceso de canonización. A su vez, el libro se apoya en un lenguaje que alcanza a todos, además de un surtido y bello archivo fotográfico.