En diciembre de 2011, al conmemorarse los 10 años de funcionamiento de la UCSS, Mons. Lino Panizza, a la sazón de Obispo de Carabayllo y Gran Canciller, pronunció el siguiente mensaje a los docentes de la Universidad:
«Hay momentos en la vida en los que uno quisiera decir muchas cosas y se hace difícil porque no sabe por dónde comenzar. En estos días, reflexionando sobre nuestra historia… y tratando de encontrar una comparación desde la Palabra de Dios, hoy el Evangelio nos invita, nos cuestiona a quién buscar… Es la misma pregunta que yo podía hacer a ustedes y que yo podía hacer a mí mismo: ¿a quién busqué, a quién fui a ver? Y asocié este Evangelio con otro: con el de los discípulos de Emaús, donde, se los recuerdo, esos dos hombres estaban desilusionados, tristes, porque Aquel, en quien habían puesto su esperanza, aparentemente los había defraudado. El había dicho que iba a resucitar a los tres días, pero comentan que habían pasado tres días y nada… Y luego van caminando y cuando llegan invitan a este señor que se le cruzó en el camino y los acompañó, y cuando llegaron a la casa se quiere ir, pero ellos insisten en que se quede y comparta con ellos un momento más. Y así hizo. Y al compartir, tomó un pedazo de pan, lo partió y se lo dio a ellos, y dice el Evangelio que, en ese momento, se les abrieron los ojos y, en ese instante, ese personaje que les había acompañado desapareció, y reconocieron que era el Señor. Y sus vidas cambian, pasan de la tristeza al gozo, a la alegría y andan corriendo para anunciar esa noticia.
“Ustedes, señores profesores, han asumido a estos alumnos, que desean descubrir y caminar en la vida, para llenar ese vacío que les transmite el mundo”.
Bueno, yo recordando estos diez años de la Universidad, como respondiendo a esa pregunta del Evangelio de hoy, imaginé nuestra historia como ese camino de Emaús. Muchos se han puesto en ese camino, algunos se dieron cuenta que iba un personaje que caminó con ellos, otros ni se percataron; unos escucharon que había alguien al costado de ellos, que caminaron con ellos, que hizo signos para que su vida cambiara de la tristeza, del vacío, de la oscuridad. Comenzaron a ver la luz, la alegría, descubrieron el sentido de la propia vida. Otros no. Me pregunto ¿Quiénes son esos caminantes? De alguna manera somos todos.
¿Quién es ese Cristo, ese Señor que se pone a caminar al costado nuestro?
Ustedes, señores profesores, han asumido a estos jóvenes, a estos alumnos, que desean descubrir y caminar en la vida, para llenar ese vacío que les transmite el mundo, llenarlo. Ustedes han sido aquel señor que se puso en el camino para acompañarles en el camino de la vida, en el camino de Emaús, el camino a la graduación, el camino a retornar a la vida de todos los días para hacerla, de alguna manera, diferente.».
(Fragmento de la homilía del sábado 11 de diciembre de 2010, Parroquia de El Buen Pastor, por el décimo aniversario de la UCSS)
¡Feliz Día del Docente Universitario! A todos mis colegas, que desempeñan esta vocación, por que día a día inspiran y guían a sus estudiantes en la búsqueda de conocimiento. ¡Gracias por su dedicación y compromiso!