Las alteraciones en los patrones climáticos están afectando la biología de los insectos, lo que pone en peligro la polinización y la agricultura en el país.
Redacción CampUCSS
La primavera en el Perú ha comenzado a mostrar señales evidentes a causa del cambio climático. Este fenómeno está afectando no solo el clima en general, sino también la interacción de los insectos con su entorno, modificando su comportamiento, ciclos de vida y funciones esenciales para el equilibrio del ecosistema y la agricultura.
Desde el punto de vista de la ingeniería agronómica, la primavera es una temporada clave para los insectos polinizadores, como abejas y mariposas, los cuales desempeñan un rol esencial en la producción de alimentos. Sin embargo, el aumento de las temperaturas y la irregularidad en las lluvias han provocado desajustes entre el florecimiento de las plantas y la actividad de estos insectos. Este desfase afecta directamente la efectividad de la polinización y, por ende, la productividad agrícola.
Además, el clima más cálido favorece la proliferación de ciertas plagas que amenazan los cultivos, como la mosca blanca y áfidos, los cuales se desarrollan más rápido en estas condiciones. Este escenario genera preocupación tanto en los agricultores como en los especialistas, quienes trabajan en la implementación de estrategias para mitigar estos efectos.
Entre las soluciones propuestas están la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y la conservación de áreas naturales que permitan el refugio de insectos polinizadores. La adaptación al cambio climático será clave para mantener la productividad agrícola y preservar los ecosistemas que dependen de estos pequeños pero vitales seres vivos.
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