Por JOSÉ PIZARRO PADILLA
Instituto de Transporte de la UCSS, ITUCSS
Si bien es cierto, la bicicleta como medio de transporte en el Perú ya tiene una norma legal que respalde su uso, observamos que ocho años después, está la ley aún no se ha reglamentado, es decir, no ha sido desarrollada en este caso por la autoridad competente, conforme la Ley N° 27181, Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
El Reglamento Nacional de Tránsito, solo considera la bicicleta como un vehículo menor, pero no establecen deberes ni derechos para los usuarios. ¿Debe tener SOAT un ciclista? ¿Debe tener Tarjeta de Identificación Vehicular? ¿Debe el ciclista tener una licencia de conducir?, estos temas no han sido considerados en los reglamentos vigentes, no hay que olvidar que un ciclista no está exento de cometer un accidente de tránsito y como usuario de la vía publica tiene derechos y obligaciones relacionadas a responsabilidades administrativas, civiles y penales que podrían derivar de su negligencia, imprudencia o impericia en el uso de la bicicleta en relación a la vía pública.
Este es una primera observación que no ha sido desarrollada en extenso en una norma legal y que aún reclama su atención inmediata. Por otra parte, en lo relacionado a la construcción de infraestructura para el uso de la bicicleta el año pasado hubo una iniciativa del Ministerio de Salud para otorgar un presupuesto adicional como incentivo a las municipalidades que instalen ciclovías recreativas. Otros avances importantes son los sistemas de bicicletas públicas que han desarrollado los distritos de San Borja y San Isidro. El problema que se mantiene, en el caso de Lima, es la desintegración urbanística y la falta de mantenimiento de las pocas ciclovías existentes.
Un primer problema en este caso, es la falta de coordinación por parte de los municipios distritales para integrar políticas públicas de transporte sostenible en lo relacionado al uso de la bicicleta en Lima metropolitana. Lima es una ciudad topográficamente plana y no tiene climas extremos, pero menos del 1% de los viajes diarios se realizan en bicicleta, un medio de transporte que no emite gases tóxicos, contribuye a la salud de las personas y puede ser más rápido que el auto en algunos tramos, pero a pesar de ello, las autoridades involucradas no asumen su rol correspondiente para promover su uso.
El uso poco masificado de la bicicleta se debe a que la red de ciclovías en la ciudad de Lima está desintegrada: hay más de 50 tramos exclusivos para ciclistas habilitados a lo largo de 14 distritos de Lima, pero muy pocos han sido construidos contemplando el traslado entre un distrito y otro.
Según un sondeo de Ipsos el 80% de limeños iría a trabajar o estudiar en bicicleta si existieran ciclovías adecuadas, lo que muestra el interés de los ciudadanos, a esto habría que agregarle el incremento de la delincuencia que desincentiva su uso y los accidentes de tránsito que se han convertido en nuevo fenómeno de violencia social en nuestro país.
En la ciudad de Lima existen cerca de 180 kilómetros de vías exclusivas para ciclistas, pero al final solo el 0,8% de viajes de la población económicamente activa (PEA) hacia el trabajo o centro de estudios se hace en bicicleta; es decir, 40.000 personas de un total de 5,7 millones las utilizan al día.
El parque automotor en la ciudad de Lima ha crecido 63% en los últimos 10 años, y el tráfico vehicular es cada vez peor. Integrar y mejorar las ciclovías permitiría darnos más tiempo, dinero y tranquilidad y poder generar nuevos cambios en los paradigmas respecto a la seguridad vial y la educación vial, que esta venida a menos por nuestras autoridades y muy poco se ha hecho para lograr una actitud preventiva en los usuarios de las vías públicas.