Alumno de la FDCP, nos cuenta sobre su experiencia y vivencias en la Academia de líderes.
Por: Marlon Llacuachaqui Rojas
La invitación a la bonita experiencia de la Academia de Líderes fue por intermedio del decano de mi Facultad de Derecho, el Dr. Edgar Cruz, desde ese momento para mí comenzó una etapa nueva porque no había participado en algo parecido antes, así que tome la decisión de vivir esta aventura, que sería de la mano con la Facultad de Ciencias Económicas, con su decano el Dr. Enrique Aguilar.
Las clases impartidas por el Dr. Cotrina, para aprender el manejo del tiempo, para comprender las habilidades blandas; y los juegos empleados para conocer al nuevo grupo humano que se formaba por ambas facultades me ayudaron a descubrir las nuevas amistades que este grupo me estaba regalando.
Así mismo, con la Dra. Cornejo, es una de las docentes que más ha marcado mi paso por la Academia, a nivel académico y personal, puesto que los consejos y enseñanzas que me compartió siempre lo llevo presente hasta el día de hoy para afrontar cada reto que la vida me propone; recuerdo una frase: “Visualiza donde quieres estar, y haz todo lo que esté en tus manos para poder conseguirlo”, creo que es un consejo muy importante para que uno pueda tomar con responsabilidad y alegría lo que desea realizar en su futuro siempre de la mano de Dios que bendice cada obra que realizamos para mayor gloria de Él.
En esa línea, la constancia y preocupación de la Dra. Mirtha, fue un apoyo clave para que pueda culminar con satisfacción esta primera etapa de la Academia, debido a que siempre estaba al tanto de lo que necesitábamos todos o las soluciones cuando se presentaba alguna circunstancia que podría hacer declinar nuestro objetivo de terminar con esta iniciativa.
El Dr. Enrique, ha sido en este proceso un ejemplo de persona, puesto que no solo lo veía en la academia sino también en clases, dentro de las clases de oratoria que nos impartió comprendí a diferenciar a la audiencia que nos vamos a dirigir, dado que a partir de ello debe aplicarse diversas estrategias para comunicar tu objetivo.
Los cambios detectados, sin duda han sido una mayor apertura para conocer nuevas personas, intentar cada nuevo reto, no estancarse, ser resiliente ante las adversidades que la vida nos pueda proponer, por otro lado, también, me ayudó a confraternizar más con mis amigas Gianella y Darlhin, que eran de mi ciclo, y obviamente después con todo el grupo humano bonito que se formó y que ya uno cada sábado se sentía como familia cuando llegaba a clases.
Esta experiencia fue necesaria, puesto que en el mundo laboral, profesional, personal uno debe aprender a trabajar con el otro, ser paciente, saber ser el Líder que se necesita en cada momento para sacar adelante un proyecto; adicionalmente, la experiencia en el colegio Fe y Alegría, fue una vivencia que nos dejará marcados a todos, puesto que para la mayoría era una situación nueva donde cada uno con sus talentos sacó adelante el objetivo que teníamos.
Para culminar quisiera compartir una frase que seguro fue de algún sacerdote o santo, que dice: ”Dios no permite que pensemos proyectos irrealizables, que no seamos capaces de cumplir”.
BIOGRAFÍA:
Marlon Antony Llacuachaqui Rojas
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Graduado de la Academia de líderes – UCSS
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