Por Jina Nayeli Aguilar Limaymanta, estudiante de la Facultad de Ingeniería, filial Tarma.
La región Junín se ubica en el centro del territorio peruano y actúa como un puente entre la costa, sierra y selva. Podemos destacar que, gracias a su posición estratégica y su conexión con importantes rutas comerciales, como la Carretera Central, le permite atender la demanda y ser el principal proveedor de una gran variedad de productos hacia distintas partes del país. Para Junín, el Megapuerto de Chancay abre una oportunidad única y puede llegar a convertirse en el principal enlace logístico entre las tres regiones.
No obstante, para el desarrollo y éxito de este proyecto tenemos que tomar en consideración a una figura importante: la Ingeniería Industrial; clave para optimizar procesos logísticos y gestionar recursos de manera eficiente, desempeñando un rol central en el fortalecimiento de Junín como centro de distribución de la Sierra Central. En este contexto, los ingenieros industriales aportan en diversas áreas fundamentales, como en el diseño de sistemas de transporte y distribución eficiente; analizando y optimizando rutas, procesos y operaciones logísticas para reducir costos y tiempos, mejorando la competitividad de las cadenas de suministro.
Para completar esta consolidación debemos tener en cuenta que el Megapuerto de Chancay representa una oportunidad histórica para potenciar el desarrollo económico de nuestra región. Sin embargo, para que su impacto sea significativo y sostenible, es esencial que las autoridades regionales, los sectores productivos y las instituciones educativas trabajen de manera coordinada en un plan estratégico integral. Tenemos que enfocarnos en fomentar el talento local y atraer inversión privada, sabemos que nuestra región es rica en producción de distintos alimentos y que las personas poseen un talento creativo e innovador. Por ello, tenemos que centrarnos en exigir a las autoridades a realizar muchas más actividades o ferias en las cuales cada poblador pueda tener la oportunidad de exhibir un nuevo proyecto.
Bien dicen que el talento es innato en todas las personas, pero por qué no trabajarlo desde pequeños. Los docentes de las distintas instituciones educativas de nuestra región deben comenzar a prepararse y capacitarse mucho más con la llegada de Chancay.
Con un enfoque mucho más centrado a nuestra realidad, los docentes podrán no solo despertar ese talento en los niños sino también impulsar a que cada proyecto sea grande y ambicioso. Asimismo, tenemos en las distintas universidades de nuestra región, futuros ingenieros Industriales que, al terminar la carrera, podrían contribuir potenciando la región.
Por otro lado, tenemos entendido que a comienzos de 2025 se iniciará la construcción del proyecto de autopista de alta montaña más grande proyectado en el continente y nosotros, como población de la región Junín, estamos en la obligación de supervisar que este otro proyecto se consolide porque no solo promete mejorar la conectividad entre regiones, sino también impulsar el turismo y desarrollo social de nuestra región. Por ello, es fundamental mantenernos informados sobre los avances, exigir transparencia en la ejecución de esta obra y garantizar que se respeten tanto los plazos establecidos como las normativas medioambientales. Nuestro compromiso colectivo será clave para que esta iniciativa beneficie a toda la población de manera equitativa y sostenible.
En conclusión, podemos decir que el Mega puerto de Chancay es una oportunidad para la región Junín, oportunidad de crecimiento y desarrollo que no solo va a tener la participación de este gran proyecto si no la suma de la ingeniería industrial acompañado del talento, creatividad e innovación de las personas nacidas en esta región.
Nosotros, como parte de esta población, tenemos en nuestras manos y en nuestra voz, la gran responsabilidad de ver convertir a Junín en el centro logísitco de la Sierra Central.
Este es el momento de unir esfuerzos, fomentar el trabajo conjunto entre empresas, instituciones y nuestra comunidad, y fortalecer la educación y formación profesional para estar a la altura de los retos que este desarrollo trae consigo. Si trabajamos con determinación y enfoque, podemos posicionar a Junín como un modelo de progreso y como un pilar estratégico en el desarrollo del país, demostrando al mundo el potencial que tenemos para construir un futuro prometedor.
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