Cuando el arte ayuda a definir la IDENTIDAD

Apuntes sobre el II Salón del Arte Joven Nikkei 2018

SALON DEL ARTE JOVEN NIKKEI - AFICHE
Centro Cultural Peruano Japonés

Por JUAN VALLE QUISPE
Fondo Editorial UCSS

Mientras se opta por institucionalizar en el tiempo una exposición de arte, usualmente pueden aparecer dos ideas en simultáneo: a) cumplir con la expectativa de que las propuestas a ofrecer lleguen a ser novedosas y b) mantener la calidad en comparación con la edición precedida. Aunque la tarea puede volverse más desafiante cuando el reto es el de intentar definir, desde voces jóvenes, quiénes somos, sobre todo en un país como el nuestro. O quizá por la misma razón sean los jóvenes quienes pueden dar mejores y más nítidas luces sobre el tema. Para ejemplificarlo mucho mejor, mencionaremos el “II Salón del Arte Joven Nikkei 2018: Identidad, arte y tecnología”, evento organizado por la Asociación Peruano Japonesa que, a nuestro pobre entender, ha cumplido de lleno con las pretensiones que describimos al comienzo.

Al entrar a estos espacios en la Galería de Arte Ryoichi Jinnai y el Hall de Exposiciones del Centro Cultural Peruano Japonés, lo primero que nos llevamos a la mente es que las obras de Natalie Gago Endo, Meche Tomotaki Layza, Tomás Makishi Nako, Tamie Tokuda Quiroz, Diego Teruya Taira, Ivet Salazar Dias, Sofia Arakaki Hayayumi, Magno Aguilar Aida, Nori Kobayashi Seki, Kiyoshi Salazar Nakama, Daniela Tokashiki Kunigami y Yumi Teruya Fukushima, aunque con un fin en común, tienen una personalidad propia. No hay ninguna que sea de nivel inferior. Sin embargo, en nuestro caso, capturó mucho más la curiosidad las ilustraciones en plastilina bajo el título Perú no shiisaa de Sofia Arakaki Hayayumi (diseñadora de profesión y egresa de la USIL) y sobre las cuales nos avocaremos de un modo especial en las impresiones que nos dejó.

SHISAS
El Dato de Sato

Frente a ambos rostros, el pequeño rótulo con el título en romaji (escritura del japonés trasladada a letras occidentales) elegido por su creadora, puede plantear rápidamente una interrogante para quienes deseemos saber de qué criaturas se trata. Los shisa son animales mitológicos, una mezcla entre león y perro que se desempeñan como protectores contra el acecho de malos espíritus. Según el portal del diario de la colectividad japonesa argentina, La Plata Hochi, dichos seres:

(…) son típicos de la cultura Ryukyu, presente en la prefectura de Okinawa. Generalmente se encuentran representados sentados o agazapados, y formando parejas, en las cuales uno de ellos presenta la boca abierta y el otro cerrada, atribuyéndoseles género masculino y femenino, respectivamente. Tradicionalmente, el ejemplar izquierdo era llamado perro guarda; el derecho, concretamente, el llamado Shisa. (Exposición de Shisa, 2014, párr. 2)

Depositphotos y Dreamstime

De ese modo, si nos guiáramos por una traducción del título como ‘Shisas del Perú’ y las distintas atribuciones que explicaremos más adelante, podríamos acercarnos un poco a lo hecho por la artista pero desde los planteamientos de los estudios de interculturalidad (disciplina que tan bien ha calado en el análisis de otra forma de arte como es el caso de la literatura peruana).

No es la primera vez que en nuestras artes uno de sus portavoces recurre a seres que exceden la realidad, así como al idioma, para hablar de sí mismo y del manejo de las tensiones culturales que integran su identidad. Recordemos las palabras que hace 50 años atrás pronunciara José María Arguedas en su discurso “No soy un aculturado”, con ocasión del Premio Garcilaso de la Vega que se le otorgó en 1968:

(…) yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua. Deseaba convertir esa realidad en lenguaje artístico y tal parece, según cierto consenso más o menos general, que lo he conseguido. (Arguedas, 2013, p. 16; cursivas propias)

Arguedas, despegado de etnocentrismo y alientos racistas, parece representar aquella postura de la interculturalidad donde se “(…) promueve el derecho al reconocimiento de la diferencia cultural y a su implicación en la organización social de la comunidad o grupo humano en el que se vive [; además de] entraña[r] comunicación e interacción entre culturas, que se comunican por necesidad de una o de ambas partes [y] se opone radicalmente a la tendencia de homogeneizar la cultura” (Martínez-Salanova Sánchez, 2005, p. 48). La misma frase del Amauta comprende también esa elección por un “proyecto como escritor libre para hacer uso de elementos de diversas procedencias” (Sales Salvador, 2004, p. 618)1.

Salvando las distancias, ese mismo anhelo se puede detectar en las figuras de Arakaki, allende del título que parece transitar del japonés (romaji) al español como una experiencia práctica que usa ambos idiomas con el fin de un acercamiento y aprendizaje cultural (Barro, Jordan y Roberts, 2001) para el espectador. Además de ello, hay que detenerse en la disposición de los elementos presentes en las figuras y procedencia que ha referido la autora:

Tengo ascendencia de Okinawa y siempre me han impresionado los shisa por su forma de ser. He resaltado el torito de Pucará junto con el Shisa porque para mí la cultura nikkei es la fusión de ambas culturas, peruana y japonesa. Los shisa tienen una función que es proteger la casa al igual que los toritos de Pucará. La decoración de los toritos es más llamativa que los shisa y hacer esa combinación produce una representación diferente. (Nikkei Plus, 2018)

TORITOS DE PUCARÁ
Perú Planet Expeditions

Esta doble referencialidad se expresa, entonces, de diversas formas y de un modo muy atractivo. Ambas figuras en pareja, como los toritos y shisas originales; las flores de tonalidades y formas andinas que reemplazan la melena e invaden casi todo el contorno en el rostro de cada shisa; los cuernos de los toritos, pero también la boca cerrada y abierta propias de las esculturas okinawenses, de “motivos humorísticos” (Exposición de Shisa, 2014, párr. 7) y que, en este caso, mantienen la expresión afable y risueña. Coincidentemente, unas atribuciones parecidas las vemos en los toritos que representan al toro español con “la lengua fuera en gesto de burla, parodiando la bravura del conquistador” (García Liendo, 2017, p. 132). De igual manera, otro detalle está en los ideogramas en kanji sobre la parte inferior de cada figura. A decir de la autora, estos representan sus apellidos que decidió dejar como una firma pero en clave de dicha forma de escritura (ver entrevista al final).

No obstante, todas estas aparentes dualidades, que construyen algo nuevo, parecen ir más allá en el caso de la identidad nikkei para Arakaki, ya que traslucen una definición tal vez más propia e íntima. Los shisa y los toritos de Pucará, tradicionalmente, son esculturas colocadas sobre los techos o en las entradas de las casas, por lo que se vuelven una parte que compone la forma y la cotidianeidad del espacio en el hogar, ya sea en Puno o en Okinawa. Los apellidos en kanji sobre la base de las figuras también cumplen una función de sostén en la identidad de Sofia. Visto así, su identidad parece estar mucho más marcada por la cercanía a los valores traídos y forjados en el hogar, gracias a sus principales actores como son el padre y la madre (valgan verdades, una concepción bastante difundida y entrañada también en la sociedad peruana). Para Arakaki y sus shisas, la figura de los padres, en este diálogo intercultural a través del arte, parecen integrar la “reivindicación de esta doble referencia cultural y afectiva” (De Vivanco, 2011, párr. 27) plasmada en elementos culturales peruanos y japoneses, antecedentes foráneos y propios de la tierra que la vio nacer.

Minientrevista a Sofia Arakaki

Sofía Arakaki
Archivo de Sofia Arakaki

¿Antes de esta invitación te habías animado a tratar el tema de la identidad nikkei en tu trabajo como artista?
No, es la primera vez que expongo en un salón de arte y que me inspiro en el tema de identidad nikkei.

Has referido en anteriores declaraciones que te inspiraste en los toritos de Pucará para hacer tus shisas, ¿qué tanto te habías acercado antes al mundo del arte andino?, ¿tienes parientes andinodescendientes?
Me inspiré en los toritos de pucará, ya que en mi viaje a Puno, me interesó mucho estas esculturas andinas por la combinación de colores y elementos, además de la creencia de los mismos pobladores con estos objetos. No tengo parientes del ande, sin embargo, me interesa mucho el arte peruano y cómo se está modernizando a través del tiempo.

¿Cuál ha sido la impresión o los comentarios sobre tu propuesta en esta exposición que más te han gustado o desagradado?
En general, la mayoría de los comentarios han sido positivos, por lo cual me siento muy agradecida. Como lo mencioné, es la primera vez que realizo un trabajo que es expuesto en un salón de arte. La experiencia ha sido muy grata y con mucho aprendizaje.

¿Qué significan los caracteres en kanji en la base de cada shisa?
Lo que significa el kanji de cada shisa son mis apellidos paterno y materno, los cuales puse como firma a mi obra final como parte de mi identidad. En el caso de los shisa uno representa el macho y el otro a la hembra, mi apellido paterno se encuentra en el macho y el materno en la hembra.

 

Referencias

Arguedas, J. M. (2013). El zorro de arriba y el zorro de abajo. Lima, Perú: Fondo Editorial de Nuevo Chimbote, Estruendomudo.

Barro, A., Jordan, S., & Roberts, C. (2001). La práctica cultural como idioma: el estudiante de idiomas como etnógrafo. En Byram, M & M. Fleming, Perspectivas interculturales en el aprendizaje de idiomas. Enfoques a través del teatro y la etnografía (Parrondo, J. M. & M. Dolan trads.). Madrid, España: Cambridge University, sucursal en España. Recuperado de https://books.google.com.pe/books?id=pZ-KP8uGK00C&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false

De Vivanco, L. (abril de 2011). Modernidad y apocalipsis en los zorros de Arguedas. Revista chilena de literatura, (78), 49-68. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22952011000100003

Espino Relucé, G. (2011). La poesía quechua de José María Arguedas: aproximaciones a Huk docturkunaman qaqay. Pueblo Continente, 22(1), 75. Recuperado de http://journal.upao.edu.pe/PuebloContinente/article/view/452/417

Exposición de Shisa en el Jardín. (27 de junio de 2014). La Plata Hochi. Diario de la colectividad japonesa. Recuperado de http://www.laplatahochi.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=833:exposicion-de-shisa-en-el-jardin&catid=37:cultural&Itemid=59

García Liendo, J. (2017). El intelectual y la cultura de masas. Argumentos latinoamericanos en torno Ángel Rama y José María Arguedas. Wes Lafayette, Indiana: Estados Unidos: Purdue University Press.

Martínez-Salanova Sánchez, E. (2005). De la transculturación a la interculturalidad: cómo presentan los medios la emigración, el mestizaje y las relaciones interétnicas. Portularia, 5(2), 45-53. Recuperado de http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/502/b1518811.pdf?sequence=1

Nikkei Plus. (2018). 2ed. Jóvenes Artistas NIkkei 2018. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=Pl74PWOq8bc

Sales Salvador, D. (2004). Conclusiones: ¿Cómo el aceite y el agua? Puentes sobre el mundo. Cultura, traducción y forma literaria en las narrativas de transculturación de José María Arguedas y Vikram Chandra (p. 618). Hochfeldstrasse, Alemania: Peter Lang. Recuperado de https://books.google.com.pe/books?id=GUlufCU-Tp8C&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false

1Más aún, dichas palabras también han sido consideradas como la expresión de un proceso más complicado de lo que parece en el sentido que “recuerda[n] su lealtad y fidelidad (Cornejo 1994, Villafán 2011) a la cultura andina, pero al mismo tiempo al tenso proceso que implicaba expresarse en ambas lenguas, en castellano y en quechua (Espino Relucé, 2011, p. 75).

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