Primer año. Primeros pasos

La iniciativa, que ya lleva un año dando sus primeros pasos, surgió de las redes sociales para brindar a los peruanos locales y extranjeros los vestigios y la historia detrás del patrimonio ignorado de la Capital.
Los 480 años de fundación hispana de Lima llegaron este 2015 y la ocasión no pudo ser más propicia para llamar la atención respecto a su enorme patrimonio e historias apagadas por el bullicio y el caos de su día a día.
“El nombre de “Lima al paso” surgió en el preciso momento de la grabación del primer programa dedicado a la monumentalidad y el estado de la Plaza 2 de Mayo tras el incendio de uno de sus edificios –justo a los pies del monumento- mientras conversábamos con David Pino sobre cómo llamaríamos al programa, del cual ya teníamos todo, menos el nombre”, recuerda Kristhian Ayala, jefe de Imagen de la UCSS. En efecto, “el objetivo de “Lima al paso” es mostrar esos tesoros que, para reconocerlos, solo basta levantar o agudizar la mirada en el diario transitar por el Centro Histórico y sus alrededores, de ahí que el término ‘al paso’ evoque esa bocanada, esa porción rápida –no improvisada- de historia, de belleza ignorada que le ha impreso siglos, pasajes y tradición a la capital del Perú”, recalca.
A su vez, el aporte a “Lima la única” del conocimiento de David Pino ha sido valioso, pues -el también conductor del programa- no solo es un apasionado investigador de la historia limeña, sino que vive en el Centro mismo y es un vecino de a pie que respira los riesgos de la ciudad cada mañana. “La idea del programa es rescatar la historia de todos los limeños y crear memoria para fomentar la identidad”, añade Pino.
Once programas se han producido desde entonces y todos ellos manejan la historia basada en la bibliografía y la tradición mostrando los monumentos, edificios y calles de Lima prehispánica, virreinal y republicana.
“Lima al paso” es un esfuerzo que implica el trabajo de investigación que va de la mano de la edición a cargo de El Centro Audiovisuales, de la UCSS. En tal sentido, Óscar Málaga, su responsable, nos explica que “el proceso de grabación ya implica un compromiso con el patrimonio y la edición debe ser cuando menos rigurosa con los detalles”.
Para este nuevo año, el programa continuará fiel al objetivo, incorporando algunas novedades temáticas porque, al fin de cuentas, tenemos Lima para rato.