Por Ruth Haydeé Mucha Montoya
Un día muy especial es para el Perú y otros países este 25 de marzo, porque celebramos el “Día del Niño por nacer”, que fue aprobado por el Congreso de la República el año 2002 con la ley N° 27654. Asimismo, es importante señalar el artículo 1° de la Constitución Política del Perú, donde nos dice claramente: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”. Apoyando entonces esta iniciativa de cuidar al nuevo ser desde el momento de la concepción.
Revisando literaturas de ¿Por qué? en esta fecha y mes, se encuentra lo siguiente: Porque ese día recordamos la concepción inmaculada del Hijo de Dios, cuyo nacimiento se produciría nueve meses después habiendo llegado ‘la plenitud de los tiempos’. Además, porque la vida humana de Dios se inicia propiamente con la concepción, el día de la Anunciación a María, que la Iglesia celebra el 25 de Marzo. A partir de ese momento María, es símbolo de la vida naciente de cada ser humano, como ha recordado S.S. Juan Pablo II, “único e irrepetible alguien eternamente ideado y eternamente elegido, alguien denominado y amado por su propio nombre”.
Este día tan especial nos lleva a reflexionar como parte de la sociedad a respetar y defender la vida del concebido, cuidando a la madre, familia y comunidad, además participando activamente en la promoción de la salud y prevención de las enfermedades.
La ciencia está en avance y el recibir a un nuevo ser con alguna alteración va requerir de personal altamente capacitado que trabaje en el servicio de neonatología con pasión por lo que hace, ya que son quienes brindarán los cuidados eficientes, finos y sutiles de alta calidad humana para el ser más indefenso y, siendo además la voz de los que no hablan .
MBA Ruth Haydeé Mucha Montoya.
Coordinadora del Programa de Estudios de Enfermería-UCSS.
Especialista en Cuidados Intensivos neonatales.