Industrialización postcosecha: Reducción de pérdidas en la agricultura andina.

Por Cleverson Cruz Medina, Luana Huamán Cahuana, Victoria León Hurtado y Erick Terrel Egoavil, estudiantes de la Facultad de Ingeniería, filial Tarma.

En las alturas de la sierra central, la agricultura no solo representa una actividad económica esencial, sino también una expresión de identidad cultural. Sin embargo, uno de los problemas más persistentes que enfrentan los pequeños productores andinos es la pérdida postcosecha de alimentos, que puede alcanzar hasta un 40% en algunos cultivos, según datos del MINAGRI. Estas pérdidas no solo afectan la economía familiar, sino también la seguridad alimentaria regional. Frente a este desafío, la ingeniería industrial se presenta como una herramienta clave para diseñar soluciones técnicas que permitan conservar, transformar y agregar valor a los productos agrícolas, mejorando su durabilidad y comercialización.

El problema de las pérdidas postcosecha

Los cultivos andinos “como la papa, el maíz, la quinua y el tarwi” son particularmente vulnerables en la etapa postcosecha debido a factores como la falta de infraestructura de almacenamiento, la exposición a plagas y condiciones climáticas adversas, así como la limitada capacitación técnica de los productores. En este contexto, muchos productos se deterioran antes de llegar al mercado o se venden a precios bajos por no cumplir con los estándares exigidos.

Además, la falta de procesos de transformación industrial a pequeña escala impide que los productos excedentes se conviertan en derivados con mayor valor agregado, como harinas, hojuelas, conservas o snacks, desaprovechando así el potencial agroindustrial de la región.

Soluciones desde la ingeniería industrial

La industrialización postcosecha, enfocada desde la ingeniería industrial, propone alternativas concretas para reducir las pérdidas y mejorar la eficiencia en la cadena de valor agrícola:

  1. Diseño de plantas de procesamiento a pequeña escala: La implementación de microplantas modulares adaptadas a comunidades rurales permite transformar productos perecibles en alimentos de mayor vida útil. Por ejemplo, secadores solares para deshidratar papa o mashua, o pequeñas máquinas para la elaboración de harinas de quinua, son tecnologías accesibles que prolongan la vida útil del producto y facilitan su comercialización.
  2. Sistemas de almacenamiento con control ambiental: El desarrollo de silos o almacenes con control de humedad y temperatura, diseñados con materiales locales, puede preservar mejor los productos. La ingeniería industrial puede optimizar su capacidad, disposición y mantenimiento para reducir el deterioro.
  3. Capacitación en gestión de calidad y estandarización: Establecer procesos de gestión de calidad en la postcosecha permite estandarizar la limpieza, selección, clasificación y empaque de productos agrícolas. Esto no solo reduce pérdidas, sino que también mejora la imagen del producto ante los mercados más exigentes.
  4. Logística eficiente y trazabilidad: La mejora de rutas de recolección, transporte y distribución apoyada en herramientas de ingeniería logística puede reducir el tiempo entre cosecha y venta, minimizando pérdidas por transporte inadecuado. Además, implementar sistemas de trazabilidad permite garantizar la procedencia y calidad del producto.

Retos para la implementación

A pesar de las soluciones disponibles, existen desafíos significativos para la industrialización postcosecha en las zonas andinas:

  • Bajo acceso a financiamiento por parte de las asociaciones de productores y cooperativas.
  • Falta de profesionales técnicos especializados en agroindustria en zonas rurales.
  • Escasa articulación entre academia, Estado y productores, lo que retrasa la implementación de soluciones sostenibles.
  • Desconocimiento de normas sanitarias y de calidad, lo cual limita la posibilidad de ingresar a mercados formales.

Oportunidad de transformación para Junín

La región Junín, con su diversidad agroecológica y tradición agrícola, tiene un gran potencial para convertirse en un referente de industrialización postcosecha descentralizada. Para ello, es clave impulsar iniciativas que articulen a ingenieros industriales, agrónomos y economistas rurales, con enfoque en la creación de microempresas transformadoras y sostenibles. Estas iniciativas no solo reducirían pérdidas, sino que generarían empleo, fortalecerían cadenas cortas de comercialización y promoverían el consumo de productos andinos con valor agregado.

La reducción de pérdidas postcosecha en la agricultura andina no solo es una necesidad técnica, sino un reto de justicia social y eficiencia productiva. La ingeniería industrial, con sus enfoques en procesos, logística, calidad y mejora continua, tiene el potencial de transformar los sistemas productivos rurales en sistemas sostenibles, rentables e inclusivos.

Desde la formación académica en ingeniería, es fundamental reconocer la importancia de intervenir en estas realidades, aportando con soluciones prácticas y contextualizadas. Con innovación, compromiso y visión territorial, la industrialización postcosecha puede marcar la diferencia entre la subsistencia y el desarrollo en las zonas altoandinas del Perú.

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