¿QUÉ HACE FELICES A LOS DOCENTES?

Gracias a la experiencia de la FCEH elaboramos cinco motivos de felicidad en el ejercicio de la docencia.

REDACCIÓN CAMPUCSS

CINCO MOTIVOS QUE HACEN FELIZ A UN DOCENTE

El 20 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Felicidad y nos preguntábamos cuáles son los motivos que hacen que nuestros profesionales sean felices. Conversamos con la Mtro. Marietta Arellano, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades, sobre la docencia, la satisfacción y la felicidad, y ante la pregunta: ¿Qué es lo que hace feliz a un docente? estas fueron sus reflexiones:

1. SUMAR AL PACTO EDUCATIVO GLOBAL

El Papa Francisco nos mostró un camino trascendental para el futuro de la humanidad, a través de la educación. Por ello, el Pacto Educativo Global nos reta a ser solidarios y a fomentar la solidaridad entre los seres humanos. Tener la certeza de que estamos haciendo esto posible nos hace felices. Con lo poco que hagamos sumamos y eso es un motivo de felicidad en los docentes.

 

2. LA VERDADERA TUTORÍA

El pasado 3 de marzo, nos visitó el Dr. Idel Vexler, ex ministro de Educación y uno de los educadores más condecorados del presente. Su conferencia magistral nos dejó varias reflexiones, entre ellas la importancia de la tutoría. Cuando un docente descubre que la tutoría no es un curso, no se mide por calificaciones y se entiende como un acompañamiento, no es una obligación, es una pasión por la persona y su crecimiento mediante la educación. Y esa satisfacción, ese resultado, ese progreso que es fruto de la educación, hace feliz a un docente. Por tanto, estamos todos convocados a encontrarnos cada día con la posibilidad de trascender en las vidas de nuestros apreciados estudiantes y encontrar la sintonía de una visión compartida para construir la paz y el desarrollo sostenible.    

 

3. LA CAPACIDAD DE ASOMBRARSE

Un docente nunca deja de ser un niño que se deslumbra ante la grandeza del ser humano. Por ello, tal como ocurre con lo que nos estimula de niños, el docente tiene una enorme capacidad de asombro, aprende a percibir la felicidad que produce sentir que la realidad es una fuente inagotable de insumos para su clase y esto se convierte en su motivación, aquel combustible que le permite ver que todo lo que se presenta ante él se puede convertir en un tema, un tópico, una actividad o una reflexión. El aula se enriquece y con ella tenemos docentes satisfechos y propensos a la felicidad.

 

4. LA GRATITUD DE UNA CLASE

Los cinco minutos que vienen luego de una clase terminada o las preguntas que fluyen incansablemente, no solo son el único indicador de la eficiencia y el manejo del docente. Tal como ocurre con la tutoría, es el resultado lo que nos hace sentir felices y satisfechos y, así como lo menciona la Parábola de los 10 curados (Lc. 17, 11-19), Cristo, llamado maestro por todos los que en él creían, solo recibe la gratitud de uno que tuvo la iniciativa de volver para agradecerle tras el milagro de la sanación. Lo que pasa en el corazón de este único es algo maravilloso que también sucede en aquellos alumnos que vuelven para decir “Maestro, gracias por la clase, por la enseñanza, por lo aprendido”. Y esto expande la felicidad tanto en el docente, como en el alumno.

 

5. LA INCESANTE DOCENCIA

Un docente no tiene un solo escenario. El aula es solo el inicio. Todo docente debe saber que no es un superhéroe que solo cambia de traje cuando la acción lo llama. Nunca dejamos de ser docentes, ni en la familia, ni en el amor, ni en la cotidianeidad, ni en la adversidad. Siempre tendremos una mirada crítica, la voluntad del debate y de la conciliación en el incesante camino del conocimiento. Ese profundo deseo por aprender, aun cuando nos pesen los años y la experiencia, no solo despierta la admiración de nuestros estudiantes, sino que nos brinda la alegría de saber que cada situación, cada paso que la humanidad da, es un libro nuevo presto para leer y que se convertirá en el sublime reto de la educación, de compartir conocimiento y de tener la satisfacción de sentirse vivo, vigente… y feliz.

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Una respuesta a «¿QUÉ HACE FELICES A LOS DOCENTES?»

  1. Agradezco la cercanía y la mirada humana y particular, desde el primer día, de cada uno de los docentes que nos acompañarán a lo largo de este semestre. Sin duda no es solo hacer si no ser. Muchas gracias

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