Ekomuro: El muro que abraza la lluvia.

Como estudiantes del VII ciclo de Ingeniería Ambiental, en la filial Tarma, liderar el proyecto de implementación del Ekomuro H₂O+ fue una experiencia transformadora y llena de aprendizajes qué nos comparten a continuación.

Por Esteban Quispe y Jhasmin Alison

El proyecto surgió en el marco del curso “Formulación y gestión de proyectos ambientales” y se convirtió en una oportunidad para brindar una solución sostenible al problema de acceso al agua de la Institución Educativa JEC “Víctor Andrés Belaúnde” en el distrito de San Pedro de Cajas, además de fomentar la educación ambiental y la colaboración entre sus estudiantes.

Desde el primer contacto con los estudiantes les explique que al igual que ellos, estoy en un proceso constante de aprendizaje, que al ser estudiantes cometemos errores y aprendemos de ellos para mejorar continuamente, lo que me permitió generar un ambiente de confianza y motivación mutua. Trabajar en la elaboración del Ekomuro H2O+ fue una oportunidad para compartir conocimientos y, al mismo tiempo, intercambiar ideas y perspectivas. Por ejemplo, ellos me ayudaron a encontrar formas más eficientes de recolectar materiales reciclables, demostrando creatividad y compromiso que me causaron sorpresa.

Sin embargo, el proceso no estuvo exento de obstáculos. Uno de los mayores desafíos fue acondicionar el espacio donde quería implementar el proyecto, para ello tuve que investigar, diseñar, planificar e implementar la infraestructura que permita la captación y conducción de aguas pluviales de acuerdo al contexto local, permitiéndome desarrollar nuevas habilidades técnicas y de gestión.

En el proyecto, además, se integró el modelo de economía circular que se basa en las 5R (reducir, reutilizar, reciclar, reparar y revalorizar), al utilizar como material las botellas plásticas recicladas en la construcción del Ekomuro, demostrando que las soluciones sostenibles no necesariamente requieren grandes inversiones, sino creatividad y aprovechamiento de los recursos disponibles, promoviendo la sostenibilidad como inspiración para que los estudiantes y docentes adopten prácticas más responsables con el medio ambiente en su vida diaria.

Durante todo el proceso se contó con el apoyo activo de la comunidad educativa, lo que facilito explicar el funcionamiento del Ekomuro como una alternativa que contribuye a la sostenibilidad al permitir almacenar las aguas provenientes de la lluvia para ser utilizadas en los huertos escolares que tienen implementados y resolver el problema de acceso al agua que presentaban.

Observar la participación activa de los estudiantes, sus preguntas y su entusiasmo por involucrarse y aprender sobre la conservación del agua me brindó una profunda esperanza, recordando que la educación ambiental no solo produce un impacto inmediato, sino que también ejerce un efecto multiplicador en las futuras generaciones.

Como futura profesional, me doy cuenta de que este proyecto no solo me permitió aplicar mis conocimientos de ingeniería, sino también servir a una comunidad, entendiendo que la vocación de servicio del ingeniero ambiental se manifiesta en el compromiso de mejorar la calidad de vida de las comunidades y preservar el medio ambiente, a través de la implementación de soluciones sostenibles buscando asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.

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