Un repaso sobre el camino al éxito emprendido por los jóvenes indígenas del programa de Educación Intercultural Bilingüe de la UCSS en Atalaya, Ucayali:
La Universidad Católica Sedes Sapientiae de Los Olivos les da a jóvenes indígenas la oportunidad de seguir una profesión.
El camino al éxito empieza estudiando. Un grupo de jóvenes indígenas provenientes de distintas comunidades de la provincia de Atalaya (Ucayali), son un ejemplo de constancia y deseos de superación. ¿Por qué? Ahora se lo explicamos.
En 2005 se suscribió un convenio entre el Vicariato Apostólico de San Ramón y la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS) de Los Olivos, para la creación de una Facultad de Educación Bilingüe Intercultural en Atalaya. Esta sede tiene como objetivo formar a chicos pertenecientes a las etnias Asháninka-Ashéninka, Shipibo y Yine de la zona, como docentes en su lengua nativa y castellana.
fue así que, dos años después del acuerdo, se construyó la facultad de esa casa de estudios. La iniciativa despertó tanto el interés entre los jóvenes que de los centenares de postulantes que aplicaron, 57 lograron ingresar por primera vez a la universidad.
De aquel grupo, 26 terminaron la carrera de educación en el 2011, conformando así la primera promoción. Ahora, como todos unos bachilleres, estos chicos quieren terminar lo que empezaron.
Ahora estos estudiantes buscan el tan ansiado título profesional por el cual se desvelaron noche tras noche, y por esta razón han llegado hasta Los Olivos para llevar un curso de actualización gratuito impartido por la UCSS y obtenerlo.
Para algunos la noticia podría no ser muy trascendental. En cambio, para ellos, dedicados a la pesca y la agricultura toda su vida, pisar una universidad es un paso trascendental.Sueño cumplido
en el aula 402, una enorme frase escrita en la pizarra llama la atención. Está en shipibo: «Kametsa pimpoke yotantski». Grimaldo Guimaraes (27), nos dice que significa «Bienvenido al éxito». Y es justo éxito lo que está logrando este joven proveniente del poblado de San Fernando de Vainilla, de la provincia de Tahuanía. desde pequeño siempre se dedicó a la peca como su padre, pero su máximo anhelo era convertirse en instructor de maquinaria pesada.
Un día, mientras jugaba un partido de fútbol, escuchó por la radio que se abría una sede de educación de la UCSS en Atalaya, a la que llamarían «Programa Nopoki» (que significa en lengua asháninka: «he venido»). Sus parientes lo animaron y entonces decidió postular.
«Nunca pensé educarme y menos que sería profesor. He visto la realidad y la falta de una educación de calidad en mi comunidad me ha hecho reflexionar. Ahora, regresaré y le enseñaré a mis paisanos porque ellos también merecen salir adelante», expresa muy emocionado Grimaldo.
Así como él, José Luis Pérez (22) es uno de los beneficiados. Desde enero se encuentra repasando todo lo que aprendió en el pre-grado.
«Este salón se ha vuelto mi segundo hogar, de aquí no saldré hasta que logre cumplir el último deseo de mi mamá antes de morir: ser un profesional», nos cuenta, y seguro que junto a los demás lo logrará.
Publicado el 24/02/2012 en el suplemento «Punto Lima Norte» del Diario Ojo, pag. 8-9.