REDACCIÓN CAMPUCSS
Aguano Muyuna, se encuentra en el distrito de Chazuta, ubicado en la selva de San Martín, cuenta con 5000 hectáreas y se ha visto afectada en muchas ocasiones por los taladores ilegales de madera. Para mitigar y enfrentar este y otros problemas, se ha creado la asociación Yaku Kawsanapa, conformada por especialistas, moradores del centro poblado, y estudiantes de las carreras de Ingeniería Ambiental e Ingeniería Agraria de la UCSS en Nueva Cajamarca, que además pertenecen al proyecto Compensación Digital para la Conservación (CDC).
La asociación Yaku Kawsanapa está conformada por, James Silva Vásquez, promotor de proyecto CDC UCSS en Nueva Cajamarca; César Gatica Rengifo y Jerry Gálvez Bardales, custodios forestales; Rodolfo Reátegui Lozano, miembro de la asociación; y Jein Eralba Mori, profesor para Yaku Kawsanapa. Esta iniciativa de conservación de bosques nació en 2012, a raíz de la tala indiscriminada de madera.
Otro miembro y gerente de la asociación Yaku Kawsanapa, nos explica cómo defienden el bosque y preservan a las especies que viven dentro de él.
“Antes que se nos venga abajo todo el bosque, como comunidad del centro poblado Aguano Muyuna hemos puesto una barrera de defensa de casi 5000 hectáreas para resguardar el territorio. Asimismo, se ha orientado a tres objetivos de conservación, el cedro, el mono tocón y algunas especies de anfibios”.
Cuenta, además, que el gobierno regional les dió el control del bosque diez años atrás, por un tiempo establecido de cuarenta años. Sin embargo, se renueva periódicamente cada 5 años. Por otro lado, para obtener los fondos, necesitan los llamados “bonos de carbono”, para solventar el personal que cuida de manera permanente el bosque.
“Hemos encontrado en el camino con una magnífica organización, que son los miembros del CDC, y jóvenes ingenieros de la filial en Nueva Cajamarca”, expresó el gerente de Yaku Kawsanapa.
Mira el video aquí: Aliados por la Conservación.
*Compensación Digital para la Conservación (CDC), es una iniciativa social innovadora impulsada por el BID LAB, la Universidad Católica Sedes Sapientiae y la Corporación Masbosques Colombia, que busca generar ingresos adicionales a las familias productoras a través de la venta de bonos de carbono, y mejorar las condiciones de vida para garantizar el desarrollo sostenible de sus comunidades y la conservación del ecosistema.