SER y TENER
“Ser y tener”, documental francés, nos muestra el trabajo docente en una escuela de “clase única” (con alumnos de 4 a 10 años en un único salón) en un pequeño pueblo.
Tenemos a un docente, Georges López, que sin artificios, trata de educar a un grupo de niños con una sola voz, una sola personalidad y una mirada que involucra a cada niño a partir de su propia realidad. Tenemos al alumno inquieto que recibe reprimendas sutiles, a los que acaban de pelearse que reciben una lección magistral de tolerancia y respeto, al niño cuya familia en grupo ayuda a estudiar, y en cada uno se nota la influencia de Georges.
No hay técnicas ni estrategias únicas, no hay nada mecánico en esto. Hay sí mucho diálogo (con niños y sus padres), muchas atención y tensión. La cámara nos ayuda a ver los pequeños detalles que construyen ese día a día de la escuela y las familias. Solo en esos detalles es posible medir el avance: en la mirada que responde atenta o se distrae, en la risa que comparte o en la mano que coge el lápiz escribiendo mejor cada día y el profesor que sigue el trazo como si en ese lento recorrido midiera cuánto le falta por hacer.
Tal como dice el profesor Rosario Mazzeo “Se necesita que, dentro de una relación, alguien indique el punto en qué aplicarse y las modalidades de aplicación con qué hacerlo”. En ese sentido, “Ser y tener” muestra el nervio del ser docente, un Georges López que con toda su humanidad brinda a cada estudiante “una propuesta como parte de un compartir humano (SER), es decir, una mirada al chico como dotado de razón (TENER).”
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