VOCES de un 
RIESGO

Apreciando los primeros documentos del arte occidental

Siento que al estudiar a estos grandes artistas o al ver estas grandes obras de arte, mi mente se abre a espacios por los cuales llega a reconocer la grandeza del hombre, no sólo por sus nuevas tecnologías, sino por que desde siempre ha buscado a Dios y ha tratado de manifestar su amor a Dios en las diferentes formas de arte. Siento que al mirar estas obras se me estruja (constriñe) el corazón y eso me hace sentir que soy más hombre, cuando al ver estas manifestaciones de hermosura, de amor y de entrega puedo sentir algo en mi corazón, algo que no sé como expresar en palabras, pero que produce en mí diferentes sentimientos como la nostalgia, la alegría, el gozo y más.
Pienso que no sólo hay que contemplar sino buscar entrar en la mente del artista para así entender siquiera un poquito lo que nos ha querido, nos quiere y nos seguirá queriendo expresar mientras sus obras existan y sean admiradas por los hombres.
Habría que decir por último “Gracias” por devolverme una capacidad olvidada, la capacidad de asombrarme ya no sólo ante nuevas técnicas sino por asombrarme ante las obras de arte que hombres como yo, en un tiempo y en un espacio distinto del mío, han concebido. Hombres que tenían una mirada más completa del Hombre y tenían los ojos puestos en Dios para representar al mismo Hombre.

Samuel Alejos
Alumno de Filosofía y Religión