Por: Alfredo Benites King.
¿Tenemos Líderes Éticos?
El actual nivel de corrupción en nuestro País ha hecho “crecer” a muchos corruptos, e hizo que otros más aparezcan, es como un virus que contagia a quien sus defensas internas no pueden combatirlo, hoy en medio de esta pandemia, el último sector que no era tomado en cuenta en los análisis de riesgos empresariales, ha sido duramente afectado; los servicios de salud públicos fueron sorprendidos, éstos se encontraban en un estado “anémico” y sobre todo cuestionados por su manejo. No es de ahora que la “falta de operación” o “inexistencia” de equipos médicos en los hospitales públicos permitan la “tercerización”, y el creciente negocio de oportunistas que siendo servidores públicos confabulan con intereses personales para obtener un mayor beneficio a costa del presupuesto público.
¿Estamos perdiendo esta batalla contra la corrupción?, ¿Es capaz el estado de hoy, liderar una lucha contra un mal endémico en nuestra sociedad?, sabemos que se requiere de mucha determinación, tiempo y decencia para hacerlo, pero también de hombres y mujeres preparados para “Liderar” todo este cambio. El combatir la corrupción no es solo combatir al corrupto, es reformular toda una educación de la conciencia y el establecimiento de una “nueva” forma de pensar.
Me permito mencionar lo que escribió el Dr. Fernando Maestre P., en el prefacio del libro “Corrupción – Un estudio psicoanalítico” publicado por la Escuela Profesional de Psicología de la Universidad de San Martín de Porres el 2001.
“Este libro ha sido pensado de modo que podamos presentar los cuatro primeros pilares que consideramos centrales en la comprensión directa del rostro de la corrupción y del dominador.
– Todos poseemos dentro de nosotros mismos el suficiente potencial inconsciente como para poder ser un corrupto o un líder corrupto.
– Así como existe una ansia inmensa de ser libres tanto económica, cultural y sexualmente, también hay dentro de nosotros una oscura tendencia a someternos, a no luchar y a permitir que nos dominen.
– La masa humana que constituye el pueblo peruano tiene una psicología grupal que siente, padece, ama, llora de emoción y vibra, que está desde hace mucho tiempo enfermo de falta de libertad que la corrupción sistemática ha creado por siglos y por tanto tiene síntomas claramente notorios.
-[…] debemos separarnos de la vorágine del líder hipnotizador, de la publicidad manipuladora y de la psicopatía, armas de los corruptores; debemos mirar hacia nuestra tradición, hacia los valores ancestrales de nuestro pueblo, que nos lleve al cambio interior, a la lucha diaria por reafirmar nuestra ética y nuestra moralidad.”
Rescatar nuestra ética y moralidad, hacia nuestra tradición y valores, no es un camino fácil hoy, nos obliga a reafirmar el compromiso de todos, especialmente de aquellas personas que se dedican a la docencia en todos los niveles, para que los niños y jóvenes en la universidad reafirmen su compromiso con estos principios. Pero el camino no queda ahí, continuará en los centros de trabajo o en los centros de especialización y en las maestrías, educarse para servir y no servirse de lo aprendido para delinquir. Es un primer paso para formar líderes éticos.
Liderazgo es y será siempre un concepto que a lo largo de la historia humana ha sido responsable de muchos actos y transformaciones para el bien o para el mal en la vida del hombre. Desde líderes que solo buscaban satisfacer su ego hasta aquellos que entregaban su vida por los demás, han acaparado el pensamiento y recordación del ser humano a lo largo de la historia, pero ¿cuántos de ellos han logrado ser recordados como transformadores de la sociedad o que hayan trascendido en la historia?; creo que han sido son muy pocos, como lo hizo Gandhi, El Dalai Lama, Bill Gates, Steve Jobs, Konosuke Matsushita.
Estos últimos líderes en el ámbito empresarial, han demostrado una capacidad de negocios que ha trascendido en sus organizaciones y que más allá de continuar al frente de ellas, han delegado a sucesores la continuidad de sus más preciadas obras, la herencia humana del conocimiento, bien aplicada para el desarrollo del hombre. Ellos no han creado un mundo perfecto, porque son humanos, pero han mantenido un ideal de comportamiento a lo largo de su trayectoria empresarial, que muchos de nosotros hemos conocido a través de sus obras. Han demostrado que el ser humano si se lo propone, puede ser un «Transformador» de su sociedad, convertirse en un líder que guíe y que cree una cultura de actuación integra.
«El Liderazgo es la capacidad o autoridad para guiar o dirigir a los demás hacia un objetivo […] El Líder Ético crea una cultura Ética […] No es suficiente tener líderes éticos fuertes y valores corporativos de inicio, si la cultura ética no se mantiene a través del liderazgo efectivo siempre, durante toda su existencia» (Ética en los negocios, casos y toma de decisiones 2017 – O.C. Ferrell, John Fraedrich, Linda Ferrell).
Los casos de corrupción conocidos y por conocer en nuestro país, nos demuestran claramente que no tenemos líderes éticos, los “líderes” de turno han convivido con el conflicto de intereses sin ningún problema, otro factor a considerarse en este largo camino de lucha contra el corrupto. Es una tarea larga, que si no somos conscientes de empezar, podremos terminar diciendo: “Si todos son corruptos, ¿con quien te voy a denunciar?”.
«La integridad en los negocios nos permiten mantener relaciones de largo plazo”.
Alfredo Benites King, es Contador Público; y egresado de la maestría en Administración de Negocios y Finanzas Internacionales – MBA Internacional (Universitá Degli Studi Di Génova), de la Escuela de Postgrado UCSS. Asimismo tiene experiencia como auditor interno en el Club Regatas Lima, Doe Run, Cía. Nac. de Cerveza ; ha sido Compliance Officer en Shell Perú; Controller en el Grupo Votorantim Metais Perú; Gerente de contabilidad en Essalud Perú; Gerente de finanzas en Inversiones Arica, entre otros. Actualmente trabaja como socio auditor en Parker Russell Perú.