Por Jesús Noriega.
¿POR QUÉ SER NUTRICIONISTA EN PERÚ?
A simple vista, los peruanos lucimos saludables y pocas veces acudimos al médico para controles de salud. Sin embargo, enfermedades silenciosas como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, la anemia y la desnutrición crónica, son factores de comorbilidad provocados por una mala nutrición.
Por ello, el rol de un nutricionista es clave para ayudarnos a tener un estilo de vida saludable y evitar padecer enfermedades crónicas que compliquen nuestra salud, pues una buena alimentación siempre genera bienestar.
Es aquí que un nutricionista es un aliado clave para evitar problemas de salud, una profesión que en el Perú se inició en el año 1947 con la fundación de la Escuela de Dietistas en el Hospital Guillermo Almenara, una escuela que obtuvo un reconocimiento como uno de los centros de estudios de mayor prestigio en América Latina. Su primera promoción se graduó un 6 de agosto, fecha que quedó oficialmente como el Día del Nutricionista en el Perú.
La escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Católica Sedes Sapientiae celebra este día apoyando a poblaciones en el país con problemas de salud, brindándoles profesionales capacitados que les generen un buen hábito en la alimentación.
De esta manera, consideramos al nutricionista como un actor principal en el crecimiento de los peruanos, pues una buena nutrición hace un buen hombre saludable y fuerte, con un sistema inmunológico sólido que afronte a las enfermedades.
¿Sabías qué?
En el 2020, el 12,1% de los niños y niñas menores de 5 años sufrían de desnutrición crónica.
El 40% de los peruanos entre 6 a 35 meses de edad tienen anemia.
Más del 60% de peruanos mayores de 15 años sufre de obesidad y sobrepeso.
Cuatro de cada 100 peruanos sufre diabetes, muchos no saben que la tienen hasta que llegan a la etapa crítica.