Aunque nos encontramos en medio de una pandemia, existen otras enfermedades a la que estamos expuestos, debido a que las altas temperaturas y la exposición a los rayos solares, incluso en días nublados, pueden afectar seriamente nuestro bienestar.
Por tal motivo, los expertos de la Facultad de Ciencias de la Salud UCSS, detallan cuáles son dichas enfermedades, cómo podemos evitarlas y de qué manera podemos combatirlas para mantener una buena salud.
Otitis: Es un problema muy frecuente en los meses de verano por el uso del agua al buscar refrescarse y no secar debidamente. La humedad favorece el desarrollo de hongos y bacterias que pueden desequilibrar la flora del conducto auditivo. Los síntomas son picazón, dolor e inflamación. Para evitarlos, es primordial secar bien los oídos después de la ducha. La otitis es más frecuente en niños pequeños y adolescentes, por lo que, frente a cualquiera de los síntomas, debemos acudir rápidamente a un otorrinolaringólogo infantil.
Conjuntivitis: Las causas pueden ser diversas: exposición al sol, el aire acondicionado o una infección adquirida, por ejemplo, al abrir los ojos bajo el agua de la piscina o la playa sin llevar lentes. Es importante conocer la manera de actuar ante este problema, el suero fisiológico y los colirios son el tratamiento más habitual para lavar el ojo y ponerle solución a la conjuntivitis. Pero siempre es recomendable acudir a un oftalmólogo para que valore el tipo de conjuntivitis al que se enfrenta y saber por qué tratamiento optar.
Cistitis: Muchas infecciones urinarias son derivadas de una infección que por lo general es producida por la bacteria E.Coli, por contaminación directa de las vías urinarias. En las mujeres es más frecuente, y la sintomatología habitual suele ser dolor o escozor al orinar y necesidad urgente de ir al baño. Para evitarlo, los médicos recomiendan evitar llevar la ropa de baño mojada, prendas muy apretadas a la zona intima durante todo el día. Para evitar la humedad y se contamine al sistema urinario, también debemos secarnos bien tras el baño, sustituir por una prenda seca y buena higiene.
Herpes labial: Son pequeñas vesículas o “bolsitas de agua” que aparecen en el labio. Son muy dolorosas y se contagian fácilmente. Para prevenirlo, se recomienda utilizar protectores labiales y mantener las defensas en estado óptimo. Si no conseguimos evitar su aparición, podemos utilizar un tratamiento tópico antiviral para frenar su progresión. Algunos medicamentos antivirales y pomadas podrían acortar la duración del brote y aliviar el malestar y el dolor. Para tener el tratamiento adecuado se recomienda ir al médico.